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Pescadores de la Caleta Portales van igual al mar a pesar del fuerte oleaje

Las marejadas no asustan a los hombres de mar, quienes aseguran han pescado merluzas y otros ricos productos.
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Nicole Valverde S.

Los pescadores artesanales son valientes y esforzados, además tienen una estrecha relación con el mar. Es por eso que el aviso de las marejadas no los intimida ni un poquito y aseguran que han trabajado de forma normal en los días previos al regreso del evento a las costas de la región.

Mientras desenredan sus redes arriba de los botes pesqueros en la Caleta Portales, nos cuentan que hasta ayer jueves el mar estaba bueno. Lo malo, dicen, es la escasez de productos marinos.

"En esta época vuelve la merluza, pero bien poca, viene entrando de a poco y hay de todos los tamaños, grandes y chicas. También hay jureles y congrios. Hace un mes había tiburones mako, como ahora hay mucho viento cuesta pescarlos porque no se cazan con red como los peces más chicos", dice Juan Carlos Maganza.

"En esta época anda harto turista y a ellos les gusta venir a comprar pescadito. Por ejemplo, a eso del mediodía ya no queda nada. Nosotros estamos llegando de vuelta como a las 08.30 de la mañana, y como a las 11.00 ya queda lo último", agrega.

Ayer la merluza más chica se estaba vendiendo a 4 mil pesos la docena y la más grande, a 6 mil pesos.

"salimos igual"

En cuanto a las marejadas que están anunciadas para hoy, los pescadores dicen que salen igual a la mar, siempre y cuando esté tranquila "en el medio".

"Nosotros salimos igual siempre y cuando esté tranquila en el medio, la otra vez estaba tranquila. Entonces da el tiempo para entrar un par de metros. Ahora, cuando vienen las olas muy grandes de alta mar, ahí paramos la jornada. Todo depende de si cierran el Puerto", asegura Maganza.

Pero ellos conocen muy bien el mar, por eso lo respetan y son enérgicos en recalcar que cuando ven que se está poniendo muy bravo, prefieren sacar los botes hacia la entrada de la Caleta Portales.

"(El agua) Entra y salta con rocas, tierra y de todo, entonces nosotros tenemos que cuidar los motores de los botes porque se pueden echar a perder, además que es peligroso. Pero bueno, son los riesgos que se corren porque nosotros los artesanales trabajamos al día, no somos apatronados y necesitamos las lucas", afirma Maganza.