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Previa al Derby: la pasan chancho y en 'Liberty'

A eso del mediodía de ayer -y mientras el sol brillaba por su ausencia- familias, comerciantes y apostadores se abrían paso para gozar del "Máximo Desafío".
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Guillermo Ávila N.

Domingo, 11:30 de la mañana y el sol no abre. La fría brisa marina tampoco es impedimento para que devotos del deporte "Rey de Reyes" prendan fuego a parrillas, levanten carpas, comerciantes vendan lo invendible y pelusones armen improvisadas pichangas.

Como ya es tradición durante el primer domingo de febrero, los reflectores mediáticos apuntan a la casa oficial de El Derby, en avenida Los Castaños. Allí, en el Valparaíso Sporting, el "Máximo Desafío" da la bienvenida para su gran fiesta de los 2.400 metros. Y para algunos, está todo pasando. Incluso con una gran previa... desde la noche anterior. "Acá estamos desde la tarde del sábado. Anoche le pusimos bueno, todos compadres de Placeres. Hay caña, pero ya casi que pasa. De aquí somos todos los años", gritan a coro unos efusivos hermanos... Claudio y Byron Reyes.

Unos metros más allá, así también lo entienden aquellos amigazos de toda la vida que comparten tinto, chelas y su buen trozo de cordero y chanchito en familia. Son parte del inventario del puerto, personajes. "Jugamos una luquita nomás. Hoy no le trabajamos a nadie", lanza como quien jockey pasa por los palos, Alvaro Pérez Berríos, más conocido como el "rey del choclo". Para el comerciante del Cardonal todo está bien "mientras haya salud y sed".

A su lado, un conocido de la zona: don Carlos Fierro Marambio, propietario de aquel rincón porteño, epicentro de los 'terremotos' ("¡el copete oiga!") y las cuecas choras, el restorante Bar Liberty. "Somos como Starsky y Hutch; el Gordo y el Flaco. Yuntas que venimos a pasarla chancho, a disfrutar en familia", le pone Carlos Fierro, que con su sombrero, gafas y camisa tipo guayabera, vive la antesala a la última gema de la Triple Corona Nacional como si fuera un carnaval. "Me gusta el número 2 para ganar El Derby. No hay año que nos perdamos esto", añade Fierro, a la vez que una masa humana empieza a coparlo todo.