En el patio se encontraba el cuerpo sin vida de un hombre que tenía profundas heridas en el vientre y el pecho. Dentro de la casa, en la cocina, una mujer también estaba muerta y con la cara cubierta de sangre. La escena dejó helada a quien descubrió el crimen que involucró a una madre y su hijo.
Apenas una vecina de la parcela El Peumo, del sector Atalaya de Santo Domingo, encontró fallecidos a Elba de las Mercedes Berríos Piña (86) y a José Miguel Cerda Berríos (57) llamó a los familiares de las víctimas. Eran las 19 horas del sábado recién pasado.
Los parientes de ambos fallecidos llegaron de inmediato al lugar y tras comprobar que el macabro relato era cierto avisaron a la policía sobre la tragedia.
Carabineros de la subcomisaría de Santo Domingo acudieron hasta la vivienda del sector rural y en el lugar encontraron, además de los cuerpos, dos cuchillos manchados de sangre y una banca de madera también teñida de rojo.
La fiscalía solicitó pericias al personal de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones, quienes tras las diligencias -que se extendieron hasta las 5 de la madrugada de ayer- armaron el puzzle. Los resultados fueron estremecedores.
Según las evidencias halladas en el sitio del suceso José Miguel Cerda fue el autor del violento asesinato de su propia madre. La golpeó en reiteradas ocasiones y pese a que la anciana trató de defenderse no pudo contra fuerza desmedida de su hijo que padecía esquizofrenia.
La investigación apuntó a que debido a que José Miguel sufre de esquizofrenia actuó de manera demencial en contra de su mamá, terminando con su vida cuando con una pesada banca de madera le pegó en la cara.
"La mujer falleció producto de una traumatismo encéfalo facial de carácter grave. Perdió la parte derecha del rostro y eso le costó la vida en el mismo lugar", explicó el jefe de la BH de San Antonio, comisario Víctor Quintana.
Suicidio
El levantamiento de pruebas permitió además determinar que el esquizofrénico luego de quitarle la vida a su mamá se provocó varias heridas en el pecho. Se cortó cerca del corazón y luego se apuñaló profundamente en el abdomen (tipo "harakiri", rito de autoeliminación de los samurai en Japón).
"Por las marcas de sangre que existían en el sitio del suceso, esta persona se dirigió a su habitación herido y luego caminó hasta el patio, donde falleció", informó Quintana.
Vecinos del sector explicaron que conocían a José Miguel Cerda y que éste se comportaba a veces de manera violenta dado su enfermedad. Dijeron además que sabían que Elba Berríos le daba sus medicamentos a diario, pero que últimamente su hijo los rechazaba.
"Por los antecedentes que nos entregó la familia, José Cerda sufría de esquizofrenia desde su juventud, fue diagnosticado con esa enfermedad y estaba al cuidado de su madre", explicó el comisario de la BH.
En la casa del fundo El Peumo, Elba vivía sola junto a su hijo y por lo mismo sus cuerpos fueron hallados cerca de diez horas después de que ocurrió el triste parricidio y suicidio.
