Nuevo corazón ahora palpita y da vida a un joven conscripto
Con la cara llena de risa, Jonathan Espinoza, de 18 años, renació tras operación en el hospital Gustavo Fricke de Viña.
Sonriente, y muy feliz recibió a la prensa en su camilla de recuperación, el joven penquista Jonathan Espinoza Moisés, de 18 años. Quien el pasado 19 de febrero, y tras medio año de espera, fue sometido a un exitoso trasplante de corazón en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
Junto a él estaba su madre, Pilar, quien no se separa ni un instante de su hijo, y estaba muy emocionada. Es que no es para menos, tomando en cuenta que la enfermedad de Jonathan se desató de un momento a otro mientras realizaba el servicio militar.
"Entré súper sano. El primer mes hice todo bien, pero después me empecé a cansar mucho. Cuando nos dieron de franco, llegué súper enfermo a la casa. No me podía ni mi bolso ropero. Pedí que me llevaran a urgencia, y se me desató una neumonía.", recuerda Jonathan.
Y agrega: "Estuve seis días en casa, y pasé mi cumpleaños en cama. Luego de eso volví al regimiento, y me di cuenta que hasta de pie me cansaba mucho. No me daba el cuerpo para trotar. Sentía frío, mucho frío. Me ponía al sol cuando hacía mucho calor, pero yo siempre estaba muerto de frío".
Los instructores de Jonathan miraban con desconfianza su estado de salud. Según el joven, al parecer no le creían mucho hasta que su familia tuvo que intervenir.
Enfermó su corazón
Dos meses después de eso, Jonathan supo que el problema estaba en su corazón. Primero fue diagnosticado con un Síndrome de Melas (Mitocondriopatía). Y luego, sus médicos tratantes descubrieron que se trataba de una Miocardiopatía dilatada. Por lo que debía someterse a un trasplante de corazón.
Segunda oportunidad
Hoy, la alegría de Jonathan hace que los meses que debió esperar por un nuevo corazón, hayan valido la pena.
"Estoy muy agradecido de mi donante. Pienso que mi espera no fue tanta en comparación a otros casos que he conocido. Pero estoy feliz...", afirma el joven.
Y también destacó el profesionalismo del equipo médico del doctor Ernesto Aránguiz, que logró llevar a cabo su exitoso trasplante. "Muy agradecido del hospital, y todos los que me ayudaron. Los kinesiólogos, el doctor que me ha tratado acá, y el que me trató en Concepción con todo el equipo de la Unidad de Tratamientos Intensivos".
Sin dudas, la segunda oportunidad que le brindó la vida será bien aprovechada. Ahora, con su nuevo corazón latiendo con fuerza, el muchacho está enfocado en su recuperación para seguir estudiando y convertirse en mecánico.
Donar es dar vida
A través de su propia experiencia, Jonathan Espinoza aprovecha la presencia de la prensa para enviar un emotivo mensaje a todas las personas.
"La gente no debe tener miedo a ser donante de órganos. Porque gracias a ese gesto le están regalando el bien más preciado a otra persona, la vida. Y yo estoy aquí gracias a eso", concluyó.
En ese instante, el director del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, Dr. Francisco Acevedo, y el director (s) del Hospital Gustavo Fricke, Dr. Francisco Moreno, llegaron a saludar al joven y su madre.
Pilar Moisés, aprovechó de agradecer a los médicos y a la familia del donante que le regalo vida a su amado hijo.
"Es increíble su recuperación, de verlo el día jueves operado y todo entubado, y ahora sonriendo y hablando. Tengo que dar las gracias a la familia que donó el corazón para mi hijo".