Pareja de Manuel Bravo revivió el beso con que festejó a su amado
Lateral caturro -que poco había jugado en el actual torneo- se colgó de la reja para celebrar con su "media naranja".
De los siete refuerzos que trajo Wanderers a comienzos del Torneo de Apertura 2015-2016 (en julio del año pasado, con Emiliano Astorga como entrenador), lejos, el que menos había jugado era el lateral zurdo formado en Colo Colo, Manuel Bravo.
Por diversas circunstancias, el jugador oriundo de Molina y que tuvo pasos por Barnechea y San Felipe, no logró encajar en el esquema del técnico Astorga, jugando apenas un partido en Copa Chile (sumó 36' ante Everton en Playa Ancha) y tan sólo un partido completo en el campeonato oficial, enfrentando a Iquique el pasado 17 de octubre.
Con magros 126 minutos en cancha, se suponía que Bravo sería uno de los que vería el "sobre azul", tras la llegada del uruguayo Alfredo Arias al banco caturro. No obstante y ante la nula llegada de refuerzos, el ex técnico de Montevideo Wanderers se quedó con el grueso del plantel. Sólo partió el paraguayo Carlos González (hoy en San Marcos de Arica) y todos sabemos del "pago de Chile" que la dirigencia caturra le aplicó a su ex capitán, Jorge Ormeño.
Pues bien, Manuel Bravo se mantuvo en el plante, calladito... entrenando y aguardando por una oportunidad. Opción que llegó con promisorios 39 minutos en Quillota (en donde reemplazó a Oscar Opazo, en el 3-3 frente a La Calera) y ahora con una actuación maciza frente a Cobresal, la cual incluso se vio coronada a través de un golazo de tiro libre, a los 52' de juego.
El mejor premio
Si bien recibió el premio al mejor jugador del partido que entrega el CDF, el mejor regalo -y por lejos- que pudo recibir este joven lateral de 23 años recién cumplidos el pasado 15 de febrero, fue el beso de su pareja, Constanza Leyton, quien acompañada de su amiga Jordanka Astudillo (esposa de Bryan Cortés) se instaló en Marquesina Norte -la noche del sábado- para apoyar al "15" de los caturros. Lo anecdótico -y por cierto, muy emotivo- fue el carrerón que tras su gol se pegó el zurdo Bravo... para colgarse de la reja y robarle un tierno beso a su mujer.
Tras el encuentro y aún emocionada con lo sucedido, la joven Constanza Leyton aseguró que lo del beso fue una total sorpresa para ella. "Yo siempre lo vengo a ver y cuando no jugaba, también lo acompañaba a ver los partidos. Eso es habitual cuando tu pareja el futbolista, pero lo del festejo... jamás lo imaginé. Yo he visto su trabajo e igual le tenía mucha confianza en el tiro libre, pero cuando lo veo corriendo, de verdad que me emocioné demasiado. Primero pensé que me lo iba a dedicar con algún gesto, algún saludo, pero lo veo en la reja, me llama y me da el beso... fue bastante emocionante", señaló la joven que conoció hace ya varios años al lateral zurdo caturro, ya que ella también es oriunda de Molina.