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El 37,9% llega a la calle por problemas familiares

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En torno a la historia de Patricia Espinoza, la ingeniero comercial que vive hace ocho meses en el acceso de una automotora en Valparaíso, la gran pregunta es ¿por qué tomó la decisión de vivir en la calle? La interrogante no tiene respuesta todavía, sin embargo, estadísticas del ministerio de Desarrollo Social dan cuenta que los problemas familiares son unos de los principales gatillantes en este tipo de casos.

El seremi del ramo, Abel Gallardo, explicó que de acuerdo al Catastro de Personas en Situación de Calle, que se hace cada cinco años en el país (el último es del 2011), "lejos, el factor más gravitante por el cual las personas llegan a la calle, son los problemas con la familia".

En la encuesta que es parte de este catastro, las personas explican porqué viven así: el 37,9 por ciento dijo que era por problemas familiares, el 13,9 por ciento por problemas económicos, el 4,1 por ciento por problemas de salud, el 8,1 por ciento por consumo de drogas y un 16 por ciento por consumo de alcohol.

"Son datos muy importantes porque revelan que las dificultades al interior de la familia gatillan que algunas personas terminen viviendo en la vía pública", destacó Gallardo.

El seremi explicó que el ministerio de Desarrollo Social se preocupa de generar las condiciones para que las personas salgan de la calle, siempre y cuando sea de manera voluntaria. "Ofrecemos programas sicosociales, de apoyo, de reafirmación, que permitan generar técnicas para que las personas se inserten en la sociedad, pero siempre desde el enfoque del derecho. Las personas tienen libertad".

En el caso de Patricia Espinoza, Gallardo adelantó que profesionales de la ONG Rostros Nuevos realizará una evaluación de la porteña que incluirá un chequeo médico.

En tanto desde la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) precisaron que Patricia no egresó de ahí, sino que hizo sólo un par de semestres.

Ojo mechones: 1 kilo al año se puede subir en la "U"

Estudio revela los malos hábitos alimenticios de los universitarios. Comen mal, a deshoras y no practican una actividad física.
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Claudia Carvajal R.

Eentre uno o dos kilos al año pueden llegar a subir los estudiantes por cada año que están en la Educación Superior. Los malos hábitos alimenticios, que se traducen en consumir muchos productos elaborados ricos en carbohidratos y grasas saturadas, además de la ingesta de alcohol -especialmente cerveza- tienen un efecto directo en su Índice de Masa Corporal (IMC): si entraron con medidas normales, pronto pasarán al sobrepeso.

Según diversos estudios internacionales y otros realizados en nuestro país, desde el primer año universitario la ganancia de peso es entre 1 y 2 kilos; estudiantes de primer año presentan un estado nutricional más adecuado en comparación con estudiantes de cursos superiores.

Claudia Encina, profesora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomás (UST), lideró un estudio de calidad de vida estudiantil en dicha casa de estudios, y si bien se trata de algo interno, según ella refleja la realidad de muchos estudiantes en nuestro país.

"El estudio muestra que los alumnos de primer año ingresan con un estado nutricional normal y luego van ganando peso, a medida que van pasando los años de convivencia universitaria, explicó Encina.

La especialista señaló que los factores ambientales son los que más inciden en este tema. "Eso revela la vulnerabilidad en que están los jóvenes, quienes presentan conductas alimentarias bastante pobres. Además está la falta de actividad física y el alto consumo de comida rápida", dijo.

En cuanto a los hábitos alimenticios, Claudia Encina destacó que hay un alto consumo de bebidas azucaradas y alimentos preparados, además de un bajo consumo de frutas y verduras.

"Muchos alumnos salen de su seno familiar a una vida absolutamente nueva. Se integran a un hábitat carente de redes de apoyo familiares", advierte la nutricionista. Eso se traduce en que no cocinan y prefieren comprar cosas prepadadas o pasan muchas horas sin comer, dependiendo de su horario universitario.

Otro de los factores que ayuda a los universitarios a ganar peso, es el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente cerveza. "Hay un alto consumo de alcohol, tienen una dieta alta en carbohidratos de absorción rápida, grasas saturadas y sodio".

Este aumento de peso se da incluso en jóvenes que tienen la beca de alimentación que otorga la Junaeb y que les permite adquirir los alimentos de su preferencia en algunos supermercados.