Wanderers, ¿un buen negocio?
"Me da vergüenza la gestión que han hecho. Creo que los jugadores no se lo merecen, la hinchada tampoco. Wanderers sigue siendo un buen negocio. Es cosa que Nicolás Ibáñez, que es el dueño, esté asesorado de mejor manera y que las personas que tuvieron el dinero y el capital para administrar la gestión del club, asuman las consecuencias y den la cara. Todo el presupuesto que tenían lo tiraron al tacho de la basura. Entonces, eso me da pena: tuvieron todo para hacer una buena gestión, con gente que trabaja en forma seria. Wanderers tiene mucho, con decirte que está Moisés Villarroel que pudo haber tenido un cargo más importante. Se tiraron ocho años a la basura, por cosas difíciles de pagar. No se puede traer a un gerente deportivo que ganaba una millonada y el plantel impago. Se pagan los platos rotos de una mala administración".