La "Roja" no pudo contra Argentina y la mala suerte
Chile cayó por 1-2 en pleito marcado por las lesiones de Fernández y Díaz.
Si ya jugar con cuatro titulares menos -Vidal, Vargas, Valdivia y Aránguiz- ante la siempre poderosa Selección de Argentina, era dar muchas ventajas... perder, en menos de veinte minutos a otro par de piezas claves como lo son Matías Fernández (que era el encargado de suplir al "Mago" Valdivia) y el todoterreno Marcelo Díaz, ya fue insostenible y gravitante para mantener el fútbol que intentó realizar Chile en el debut de la era Juan Antonio Pizzi, como nuevo entrenador de la "Roja".
En igualdad de condiciones -y pese a que el Mati Fernández se resintió a los dos minutos y medio de juego (luego de una fuerte entrada de Rojo)- Chile mostró pasajes de interés ante los albicelestes, llegando incluso a ponerse en ventaja a través de Felipe Gutiérrez (10'), quien aprovechó un córner servido por derecha por Orellana para ganar por arriba -a lo "Bam Bam"- y dejar sin opciones al meta Romero.
A esas alturas, el "Gato" Silva ya había reemplazado al lesionado Fernández, lo que obligaba al quinterano Gutiérrez a adelantarse unos metros, dejando a Silva y Díaz como volantes de contención.
Sin embargo, lo que ya nadie esperaba era que ahora fuese Marcelo Díaz quien se fuera al piso (16'), producto de una nueva lesión... y de gravedad. Pizzi tardó en ejecutar ese segundo cambio y Argentina aprovechó su momentánea superioridad numérica para igualar a los 19', merced a un ajustado derechazo de Di María que se clavó al segundo palo de Bravo.
Inédita zona media
Recién tras el empate ingresó Bryan Rabello y Chile quedó con una inédita línea de mediocampistas integrada por Francisco Silva, el propio Rabello y el "Pipe" Gutiérrez, un tridente que de seguro... jamás había entrenado pensando en una titularidad.
Así, con una selección chilena medio desajustada al medio, vino el golpe de gracia de los trasandinos, los cuales, con un tanto del lateral Gabriel Mercado (quien fue habilitado por el chileno Isla) a los 25', superó nuevamente la resistencia de Bravo.
Tras ello, lo de Chile fue empujar e insinuarse en ofensiva, sin mucha claridad. Argentina, ya respetando a Chile (no como en antaño) entendió que el 2 a 1 era un muy buen negocio y se dedicó a contener los embates de un errático Alexis Sánchez y del zurdo Jean Beausejour, quien al menos, habilitó con intención. Con Pinilla y sus "casi casi" y un Orellana intrascendente, era poco lo que podía hacer Chile ante un rival que aprovechó las bajas y falencias de un local carente de reemplazos.