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¿Se ha perdido el valor de las tradiciones de Semana Santa?

Los más fieles participarán del tradicional Vía Crucis y la misa de resurrección, mientras otros corren a los supermercados por los infaltables huevitos de Pascua.
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Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

Viernes, Sábado y Domingo Santo, tres días para descansar y salir de la rutina. Esa es la ecuación que hacen miles de chilenos a lo largo del país, y que tire la primera piedra el que no lo haya pensado alguna vez.

No se trata de una sensación antojadiza ni aislada, sólo basta ver las últimas cifras entregadas por la Subsecretaría de Turismo, donde se indica que 2, 25 millones de viajes se realizarían durante este fin de semana dentro del país. Además, claro, de los desplazamientos a otros destinos de Sudamérica principalmente, donde Buenos Aires y Lima llevan la delantera.

Con esta verdadera fiebre por aprovechar al máximo cada instante del fin de Semana Santo, la Quinta Región una vez más se repletó de turistas nacionales y extranjeros. Aquí es donde cabe preguntarse, cómo lograr compensarlas tradiciones religiosas con la atractiva actividad comercial que despiertan estas fechas y la alta presencia de potenciales compradores.

Se suele hablar de la mercantilización del inocente y milenario rito de regalar huevitos pintados como simbolo de vida, llegando a ser hoy una celebración donde los niños acaparan chocolates. Pero también, están los comerciantes que aprovechan estos días para aumentar sus ventas de los más variados productos y que nada tienen que ver con la religiosidad .

Este último es el caso deAlex Muñoz, quien vende sombreros, mates y artesanías fuera de Caleta Portales. Sus productos no incentivan la fe, pero igual las ventas se disparan con la masiva presencia de visitantes. Para este porteño, que las habituales celebraciones religiosas cambien es natural, pues se condice con el desarrollo del país. "Las costumbres se olvidaron hace rato, porque se ha evolucionado y lamentablemente ahora las lucas mandan todo", comenta.

Entonces, como con dinero baila el monito, dicen por ahí, Muñoz defiende que pequeños y medianos comerciantes saquen su tajada de ganancia en Semana Santa, porque no cree que la pérdida de las tradiciones pase por el aumento del comercio asociado a estas celebraciones. "Hoy día no hay convicción y los problemas de la Iglesia han afectado mucho también. Yo estoy todo el año acá, pero en esta fecha aumenta la venta y claro que es bueno para nosotros", asegura Muñoz.

Opiniones divididas

Maritza Amésquita precisamente vitrinea frente al puesto de Alex. Mira y mira, pero no compra nada; está en Valparaíso para pasar una buena tarde recorriendo el borde costero. Se trata de una pequeña salida para abastecerse de lo necesario, porque todo el fin de semana lo dedicará a estar familia en su casa de Quilpué.

Ella es peruana, pero se siente como en casa, por eso opina con convicción sobre la aparente falta de fe y pérdida de sentido de la Semana Santa entre los chilenos. "No creo que sea tan así, hay muchas personas que siguen siendo bien creyentes. Todo depende de cada uno. Por ejemplo, yo a mi hijo le compro huevitos, pero le hablo de Jesús, de que murió por nuestros pecados", comenta.

Una opinión totalmente distinta y cargada de pesimismo es la que tiene Graciela Lacalle. Porteña de nacimiento, asegura que ha visto cómo los valores originales de estas festividades religiosas se han desvirtuado. "El espíritu de fe se ha perdido totalmente. Es cosa de ver acá en Caleta Portales o cerca de las iglesias, ya no se ven los santitos que se vendían antes, los rosarios, los ramitos. Ahora se ven lentes, poleras, cosas que no tienen que ver con lo religioso", indica Graciela.

"A mí manera"

La distorsión de la ritualidad católica y la pérdida de protagonismo de la Iglesia son los factores determinantes si se quiere explicar los contrastes que se viven estos tres días, entre quienes participan fielmente de los ritos religiosos y los que prefieren mirarlos desde lejos y limitarse a descansar o salir de compras, según el Magíster en Psicología Social y docente de la Escuela de Psicología de Universidad Santo Tomás Viña del Mar, Cristian Venegas. Para el profesional, "en esa forma de 'vivir el cristianismo a mi manera', hemos entregado a Jesús muchas veces, hemos sido traidores a la fe, entonces esta fecha se asume como una oportunidad para expiar las culpas y enmendar el camino. Por eso algunos optan por confesarse, ayunar, no comer carnes rojas, etcétera. Son formas de elaborar esa culpa".

En cuanto a la pérdida de protagonismo de la Iglesia, Venegas comentó que "hoy las personas construyen el sentido de su vida desde códigos laicos, donde la Iglesia ya no se toma como fuente porque se transformó en una institución lejana (...).En los '90 la percepción de la Iglesia Católica era muy buena (...) Pero ahora ha perdido fuerza, más aún por los escándalos que la han afectado, ocasionando descrédito incluso entre feligreses".

Totalmente en desacuerdo a esta visión de pérdida de fuerza de los ritos católicos está el padre Pedro Nahuelcura, párroco de la Iglesia Corazón de María. Para el religioso, la concepción de que existe una pérdida del sentido original de las tradiciones de Semana Santa no es tal, lo que se refleja en la importante cantidad de feligreses que aún concurren a los eventos organizados por las parroquias durante estos días. "Soy de la idea de que se han ido modificando ciertas costumbres, pero hay elementos que se mantienen como esenciales", manifiesta.

Aunque el sacerdote da valor a las tradiciones que giran en torno a estas fechas, existe una que mira con cuidado: la célebre Quema de Judas. Ahí, manifiesta, sí existe una mala interpretación de la religiosidad. "Nosotros no promovemos eso porque no podemos estar burlándonos de un hecho tan lamentable como la traición de Judas. Es una actitud paralitúrgica, fuera de lo que en la Iglesia celebramos. Hoy el acento está puesto en la resurrección, en compartir la alegría del resucitado", indica Nahuelcura.

Para el religioso, en la vereda opuesta están las representaciones teatrales de los Vía Crucis, que asegura, acercan a las personas a la religión. "Últimamente programas de televisión, como Moisés, han ayudado bastante a generar conciencia sobre aquel tiempo y eso, como los Vía Crucis, son una ayuda pedagógica", finaliza.