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Alza de precios pasó piola entre clientes de Portales

Entre un 15 y un 20% más costaron los pescados y mariscos durante el primero de los tres días de Semana Santo.
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Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

Mediodía en Caleta Portales y caminar entre los locales de pescados y mariscos era todo un desafío. Filas de personas esperando su turno para comprar el último ingrediente para el almuerzo daban cuenta de que el tan anunciado aumento en los precios no espantó a los porteños y turistas. Clientes que entraban sin bolsas y salían con ellas llenas de productos, fue la imagen recurrente durante el Viernes Santo.

Las marejadas que afectaron fuertemente a la zona, sumado al aumento de lobos marinos en las costas porteñas y las grandes embarcaciones nacionales y transnacionales, fueron el dolor de cabeza de los pescadores a la hora de arreglárse las para tener qué vender durante este fin de semana. El aumento de precios que los hombres de mar pronosticaban hace semanas ocurrió, pero afortunadamente, no a la escala que pensaban aseguran en la caleta.

Israel Abarca es uno de los pescadores que sufrió con la escasa pesca los días previos a Semana Santa. Aunque claramente los problemas se notaron en productos tan sensibles como la reineta (por su importante demanda y poca extracción), los precios no sufrieron una alza tan fuerte, indica Abarca. "Hay pesca de un puro lado, poca y eso encarece todo. La reineta, por ejemplo, está súper escasa y yo trabajo mucho lo que es pescado de orilla", comenta.

Así y todo, en comparación a la quincena de marzo, el cotizado pescado, sólo experimento un alza de 500 pesos, llegando a los $4 mil. La merluza, la vicecampeona entre los clientes que prefieren los pescados alcanzó los $3 mil. También, durante la mañana se podían encontrar corvinas a $5 mil, machas a $4 mil, almejas a $3 mil, cholgas a $1.500 y jaibas a mil cada una.

Sacrificio

Aunque repararon en el alza de los precios, los clientes que llegaron hasta Caleta Portales parecían resignados a tener que gastar algunos pesos demás. "La tradición de comer pescados y mariscos pesa, no podemos llegar sin nada a la casa, así que tenemos que saber hacer rendir la plata", cuenta Marlene Fuentes, una villalemanina que llegó exclusivamente a hacer las compras para el fin de semana.

Quien tampoco escatimó en esfuerzos para llegar con productos del mar a casa es la porteña Marisol Rojas, que compró machas, almejas, ostiones y reinetas para el almuerzo de viernes. "Esta caro, pero igual voy a comprar un poco. Hay que hacer el sacrificio, porque el pescado no puede faltar", indica.

Los extranjeros, especialmente argentinos, que llegan en familia a pasar el fin de semana largo al litoral central también tienen su opinión sobre los abultados precios. A diferencia de los chilenos, muchos de ellos prefieren cotizar antes de tomar la decisión de comprar, como el caso de Gloria Cifuentes, que cruzó la cordillera desde Mendoza junto a una hermana y su hija. "Primera vez que vengo, estoy viendo los precios, para ver si llevo o no reineta, que es lo que más me han ofrecido", comenta.