Guillermo Ávila N. - Sección Deportes
Llegaba Everton a su lecho de clavos el pasado sábado, a la ruda trinchera sureña en la VIII Región con la misión de reordenar su extraviada brújula y no seguir cayendo en el desfiladero del caos, en esta segunda rueda para el franco olvido.
Pero al frente estaba Deportes Iberia, que ya venía de arrollar hace unas fechas a Cobreloa. Así encontró un escondido extra de orgullo para salir a cambiar un guión que, en los papeles, tenía como favorito, por peso histórico, a los Oro y Cielo. De hecho, en el inicio de la brega, el golero Franco Cabrera supo repeler los ataques por parte de Ceratto, Jorge Gálvez -que reaparecía- y el "Bocha" Carrasco. Encima, un tiro libre de Estay remeció el arco local.
Sin embargo, la figura del lance, como dicen... "de tal palo tal astilla", el delantero Diego Ruiz -ex ruletero-, fue quien precisamente abrió el marcador a los 45 minutos y, de paso, sembró una vez más las dudas de los viñamarinos antes de irse al descanso.
Fuego "amigo"
Ya en el complemento, se desató la ola de goles, con un Everton cargado al café de la mano de un técnico Víctor Rivero que parece extraviar aquella convicción que le hizo quedarse con la la postemporada en una primera rueda para la esperanza.
Así, Maximiliano Ceratto logró poner en tablas el duelo casi al reanudar las acciones a los 49'.
Pero, como ha sido la tónica este semestre, la alegría para los evertorianos se vino abajo por partida doble con otra daga de Diego Ruiz, una ventaja que estiró para los de Iberia, Óscar Salinas a los 54', con un Iberia enhebrando jugadas corales, pareciendo un equipo que supo estudiar la pizarra del adversario como propuso su entrenador Nelson Soto.
De allí, y pese a la expulsión del defensa Rodrigo Echeverría a los 60', Everton no dio el ancho ni en juego ni táctica, de acuerdo a los relatos locales, para revertir la historia. Para el bronce, y en los descuentos, el punta argentino Rafael Viotti, puso el definitivo tres a dos, un marcador que para Iberia tuvo su épica, luego de 62 años de no celebrar ante los "guata amarillas".
Con ello, Everton se queda estancando en las magras diez unidades, mientras que los azulgranas escalan en la tabla hasta los 16 puntos.
Lo que viene para los viñamarinos es una incógnita. Ahora el DT Rivero tendrá que rearmar el equipo, dotar de juego e inyectar ánimo a sus pupilos.
Eso, antes de su próximo desafío: sábado 2 de abril, en el Estadio Sausalito ante Puerto Montt.