Manuel Gómez Poblete

Reaccionó a tiempo y lo terminó goleando. Así podría resumirse lo sucedido anoche en la "tropical" Barinas y en donde Chile, luego de una preocupante media hora inicial (en donde incluso quedó en desventaja), terminó por vencer con claridad a Venezuela, por 4 a 1.

Dos tantos de Mauricio Pinilla y otro par de Arturo Vidal (jugadores que por una u otra circunstancia, no arrancaron frente a Argentina) le valieron a Chile para reinsertarse en las clasificatorias, ya jugadas seis fechas.

Es cierto, el rival era el colista, pero había que ganarles. Y por ahí pasa el mérito de este equipo chileno que mal que mal, no contó con seis jugadores claves en el andamiaje del último campeón de América. Venezuela venía de igualar en Lima y con un plantel renovado, quería comenzar una suerte de repunte. Y por lo mismo que eligieron Barinas, para incomodar a los pupilos de Juan Antonio Pizzi.

Mal arranque

Como ya anticipamos, la primera media hora de Chile fue lo más bajo que se le ha visto a la "Roja" en mucho tiempo. El gol del volante de Huachipato, Romulo Otero -que sorprendió en un tiro libre ya patentado en nuestras canchas a un adelantado Johnny Herrera (le hizo uno igual a Iquique, en la segunda fecha del Torneo de Clausura)- generó inquietud entre los nuestros. De hecho, fueron pasajes en donde la imprecisión y el nerviosismo le fueron ganando al ímpetu de Vidal o las ganas del siempre incansable Alexis Sánchez. Un entrevero en mediocampo (por el manoseado fair play mal interpretado) y una caída a tierra de Pinilla (quien azotó su cabeza en el piso), auguraban una mala jornada.

Pero así y todo, la "Roja" empató... aprovechando eso sí, la imgenuidad en la marca de los venezolanos. El cabezazo violento y certero de Pinilla (tras córner de Alexis a los 33') fue fundamental en el repunte de Chile. Y además, llenó de nervios a los dueños de casa.

Mayor JERARQUÍA

Ya en el segundo tiempo, Chile sacó a relucir todo su oficio e impuso su mayor jerarquía ante un rival que como adversario, insistimos... sólo duro treinta minutos. El 2-1 marcado por Pinilla (tras centro medido de Beausejour) le otorgó tranquilidad a los de Pizzi, quienes, con mayores espacios, aprovechó las bandas y los desbordes de Orellana y Sánchez para encontrar en Arturo Vidal al encargado de sellar una goleada que la cae muy bien a la "Roja", ahora pensando en sus dos próximos rivales, Paraguay en Asunción y Bolivia en el Nacional.