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Sin corbata llegó el "Peineta" al SAU

En medio de la nebulosa partida de "Chicho" García, asumió Jorge Garcés como técnico de San Antonio Unido.
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David Muñoz Castillo - El Líder de San Antonio

Fue un día extraño el de ayer para el plantel de San Antonio Unido. Comenzó con la despedida de Jorge García, quien por un par de minutos habló con sus jugadores para cerrar su paso de cuatro meses y medio en la tienda lila.

El adiós fue corto y preciso, porque el ahora ex DT lila debía solucionar sus temas contractuales con la institución.

Cerca de las 10.30 horas el presidente del club, Miguel Díaz, presentó oficialmente al plantel al nuevo entrenador: Jorge Garcés.

De terno, pero sin corbata, se paseó por el Olegario Henríquez. "La corbata es para el día de la fiesta, el día de los partidos. El fútbol es una fiesta y es la más linda", justificó sobre la tenida en su primer día de trabajo.

El ex seleccionador nacional conversó algunos minutos con sus nuevos dirigidos y luego los mandó a calentar. Ahí se dio un tiempo para entregar sus impresiones a los medios, porque luego se metió de lleno en el trabajo, que terminó cerca de las 14 horas.

Ratificó que recién la tarde del miércoles, a eso de las 15.30 horas, selló su vínculo con el SAU. Una llamada, de más de una hora del timonel lila, terminó con su incorporación. "No quería tomar nada hasta que se resolviera la situación del 'Chicho' García, de quien soy amigo de años", contó.

Para el "Peineta", quien dirigió al Wanderers campeón en 2001 y la selección chilena ese mismo año, comandar un cuerpo técnico en la Segunda División tiene la misma trascendencia.

"Es un desafío, se lo dije a los muchachos. Dirigí a la selección, también en México, salí campeón algunas ocasiones. No era fácil asumir este desafío, pero esto es fútbol, es mi vocación y no puedo desmerecer en absoluto, debo agradecer que se fijaran en mí", expuso.

Trabajo

Jorge Garcés luego de colgar el llamado de Miguel Díaz, se abocó de lleno a estudiar a sus nuevos pupilos. "A los jugadores los analicé toda la tarde, desde que cerré el acuerdo con el presidente, me dediqué a recabar información (...) Eran las 3 y media de la mañana y no me dormía aún", relató.

A varios jugadores los dirigió. A Lucas Triviño lo tuvo en Ñublense y a Anyelo Alvarado en Concepción.

Tras su primer acercamiento con el grupo, Garcés destacó el convencimiento y convicción de los jugadores lilas. "Me recibieron muy bien afortunadamente y acá lo importante es el convencimiento que tiene el grupo. Si ganaron 6 partidos seguidos, por qué esta no puede ser la ocasión de repetirlo. Les conté que en Wanderers en 2001, en un torneo largo, con un equipo que nadie creía, ganamos los últimos 10 partidos seguidos", rememoró el DT.

Por el momento los jugadores lilas no tendrán que comprar ternos ni corbatas. "Se los tienen que ganar cuando suban a Primera B", anunció y no descartó seguir en el equipo si se logra el objetivo.

La pinta será relajada, pero la disciplina no. "Para ser un gran jugador y ganar debes empezar fuera de la cancha", fue el mensaje para sus pupilos.