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Concierto teatral recrea la Bella Époque Chilena

La Compañía del Salón al Caberet se presentará el sábado 9 de abril en el Teatro Aula Magna de la USM.
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Considerado como un concierto teatral, la Compañía Del Salón al Cabaret presenta el montaje La Belle Époque Chilena, programa de variedades musicales que evoca la estética de fines de los años veinte, el sábado 9 de abril, a las 19:30 horas en el Teatro Aula Magna USM, con un repertorio interpretado por dos agrupaciones orquestales características de la época. Los precios para este evento son de $12.000 general; $10.000 tercera edad y $5.000, estudiantes.

El repertorio de este concierto está formado por piezas instrumentales y vocales compuestas o escuchadas en Chile entre las décadas de 1890 y 1920 que son herederas de influencias europeas, latinoamericanas y norteamericanas. Estas piezas fueron orquestadas por Luis Advis, en su último trabajo de larga duración antes de fallecer en 2004. Son interpretadas por destacados músicos y cantantes del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, más artistas invitados.

Montaje

El montaje se presentó originalmente en la UC en 2002, fue transmitido como Gala de Fiestas Patrias por TVN ese mismo año y editado en CD por Warner Music. Al respecto, el investigador, productor y director general del montaje, Juan Pablo González asegura que el objetivo del trabajo es "poner en valor el repertorio musical del pasado, que al perder vigencia en pistas de baile y teatros, ha quedado olvidado en archivos y bibliotecas".

Este concierto teatral está estructurado en cinco escenas y tres interludios. Las escenas se titulan: "Salón del Centenario", "Couplé en el Politeama", "Terraza del Forestal", "Dancing Lido", y "Fiestas de primavera", mientras que los interludios están a cargo de una "Orquesta de Señoritas", recreada a partir del modelo de Las Damas Vienesas, activas en el Cabaret del Portal Edwars de Santiago en 1910. González asegura que para inspirarse en el montaje, se sumergieron en "en partituras, fotos y grabaciones de la época, pero principalmente en la escena bohemia del Santiago de comienzos de siglo".

Patrimonio

El director añada que "La Compañía del Salón al Cabaret ofrece un programa de variedades musicales tal como pudo haber sido ofrecido en el Teatro Politeama de Santiago a fines de los años veinte, con música principalmente chilena, interpretada en formatos vigentes y arreglado por Luis Advis según el estilo de la época".

"Nuestra lejanía con Europa y la Primera Guerra Mundial, hizo que la Belle Époque durara más de la cuenta en Chile, prolongándose hasta los locos años veinte en los escenarios chilenos, donde cupletistas, pierrots y orquestas de señoritas se encontraban con los crooners y los nuevos bailes de jazz. Todo esto habría sucedido en el legendario Teatro Politema ubicado detrás del Portal Edwards que, desde 1910, fue un lugar central para la zarzuela, las revistas musicales, las variedades y los conciertos de música clásica en Santiago", agrega el director.

Sobre la posibilidad de presentar el espectáculo en la 75º Temporada Artística USM, añadió "que todos los integrantes de la compañía están con una motivación especial, pues sabemos todo el valor patrimonial que tiene el puerto de Valparaíso. Es un honor para nosotros presentar el montaje además en esta tradicional temporada artística y en un teatro con tanta historia como el que tiene la USM".

Norte contaminado

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Por Rodrigo Ramos

El escritor ariqueño Luis Seguel Vorphal (Pucón, 1955) viene desarrollando una importante labor literaria desde la frontera norte de Chile, zona que en los últimos años lanzó una serie de narradores y poetas que renovaron el panorama literario del Norte Grande (por años adscrito a la remiscencia y complacencia), abordando temas sociales, entre otros.

Seguel Vorphal ya había capturado el interés de lectores y crítica con su novela "Cállate viejo e'mierda" (Mago editores).

Nos convoca su más reciente novela "Los tambores de Domenico Modugno" (Mago editores 2015), que retrata la contaminación por el plomo en Arica, a través de una historia de amistad de barrio, con un entrañable Parrita.

La narración se urde en anécdotas de amistad como peleas y pichangas, entre otras, donde siempre están presentes la muerte, a veces a través de la tos y otras en forma de funeral, y el freno de la carencia de oportunidades para estos "olvidados". "Los Tambores... " es una novela sobre la agonía de la esperanza, la cual al final desaparece por completo.

La condena de la contaminación avalada por la displicencia histórica de las autoridades es una carga que se llevará para siempre en cerro Chuño de Arica. Entre los años 1984 y 1989 ingresaron al puerto de Arica diecinueve mil toneladas de desechos tóxicos, metales pesados en polvo y compactados, de la empresa Sueca Boliden Metall. Fueron autorizados por el Ministerio de Salud bajo el rótulo "Barros con Contenido de Minerales". Aledaño a ese sector creció como callampa una población que con el tiempo se ganó el apodo de maldita.

La novela cuestiona la fórmula que ha transformado al Norte Grande como la billetera de Chile, y que es: costo v/s beneficio. El costo de la contaminación por plomo en Arica, como la contaminación por variados metales pesados en Antofagasta o la contaminación por pet coke en Tocopilla son los diversos tipos de cáncer que han crecido como maleza en esas zonas, y que también han llenado los bolsillos de médicos y sus clínicas privadas. El desarrollo de la industria en el norte lamentablemente se levantó sobre la vida de cientos de personas.

"Los Tambores... " es una novela necesaria, y hasta puede decirse que valiente, que deja testimonio de los irreversibles daños de la industria en el norte chileno. Léala o consígala. El país requiere de estos testimonios.