Cédula de identidad
Observo mi cédula de identidad, con foto, nombre, sexo, nacionalidad, fecha de nacimiento, Run, firma, y los datos confirman que yo soy yo. ¿Si no la tuviera a mano dejaría de ser yo? Es posible que legalmente no fuera yo. Con las preguntas, el tema se transforma en filosófico existencial. ¿Es necesario un plástico encriptado para que yo sea yo, en la sociedad chilena y en el mundo? Si mis padres no me hubiesen inscrito en el Registro Civil, andaría por el mundo sin ser yo, sería un NN y un número más, para las estadísticas de los inidentificables. Sin mi apreciada cédula, no podría ser lo que soy: un ciudadano con los deberes y derechos que me otorgan la Constitución y las leyes. Por eso es que cuando se me solicita mi cédula para comprobar mi identidad, la muestro orgulloso porque certifico que yo soy yo, pero también puedo solicitar al requirente que me demuestre que él es él. Aquellos que temen y no quieren demostrar ser ellos para vivir en las sombras, algo malo quieren ocultar.
Marcos Concha Valencia