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Bote Salvavidas: 91 años de naufragios y rescates en el mar

Este mes de abril la institución creada en el año 1925, por el capitán danés Oluf Christiansen Lund, conmemora un nuevo aniversario tras una larga historia fundada en resguardar la vida dentro y fuera de la bahía porteña.
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Nicole Valverde S.

Don Carlos Allú tiene 87 años, y ha sido miembro del Cuerpo de Voluntarios del Bote Salvavidas por 57. De hecho, actualmente es el más antiguo de la institución, y relata que como porteño nacido en la "república independiente de Playa Ancha", conoció al capitán danés Oluf Christiansen Lund -fundador del Bote- cuando sólo era un niño.

En ese tiempo el capitán Christiansen era su vecino, entonces de niño Allú conoció la labor del Bote Salvavidas, que era muy nombrado en la época, sobre todo cuando los temporales azotaban la ciudad Puerto, y los eventos ocurrían mucho más seguido que ahora.

Si bien, don Carlos reconoce que siempre le gustó la institución, recién decidió ingresar como voluntario cuando había cumplido 30 años.

"En esa época en Valparaíso habían muchas embarcaciones fondeadas en la bahía, me refiero a los buques que estaban parados o en reparaciones. Y también existían muchos lanchones (lanchas maulinas) que servían de bodegas para las mercaderías, y todos se ubicaban en el sector de Barón", recuerda Allú.

Y agrega que "en esos años no se sabía cuándo vendría un temporal grande, sólo llegaban. Y sucedía que en todas las embarcaciones había mucha gente, incluso algunos de ellos vivían ahí. La mayoría eran cuidadores con sus esposas e hijos, y los mismos tripulantes de las embarcaciones permanecían a bordo. Entonces cuando llegaba un temporal, uno de los trabajos del Bote Salvavidas era ir sacar a toda esa gente, porque ninguna embarcación podía salir a la bahía cuando había temporal, solamente el Bote Salvavidas", asegura el miembro más antiguo.

91° aniversario

Historias como la de Carlos Allú, son las que por 91 años han construido la existencia del Bote Salvavidas, una de las instituciones porteñas que se fundó bajo la noble consigna del voluntariado a fin de resguardar la vida en el mar.

Es por eso que hoy, en vísperas de la conmemoración de un nuevo aniversario de su fundación, La Estrella recorre el pasado, el presente, y los proyectos con miras al futuro de una de las instituciones emblemáticas de Valparaíso.

Según la tradición, los festejos inician el día 10 de abril cuando los miembros y voluntarios del Bote realizan la tradicional romería hacia el Cementerio de Disidentes. Una vez allí, a eso de las 10 de la mañana se reúnen en el mausoleo institucional para rendir honores a su fundador, el capitán Oluf Christiansen Lund, y a los voluntarios fallecidos.

"Luego regresamos al cuartel (que se ubica en el Muelle Prat) para efectuar la romería náutica, donde también recordamos a los voluntarios de nuestra institución que ya partieron y están en otras regiones de Chile y el extranjero. También hay voluntarios que fueron incinerados y descansan en la rada de Valparaíso. A todos ellos nosotros les rendimos homenaje", cuenta el presidente Gerardo Fernández.

Fernández agrega que posterior a eso se realiza un vino de honor para brindar por todos los voluntarios del Bote Salvadidas. Pero más que nada por los antiguos, que a su parecer "son personas fundamentales que a través de su aporte y experiencia permiten que este cuartel y ésta institución hoy cumpla 91 años con miras al modernismo".

Finalmente, el viernes 15 de abril el Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso, celebra su ceremonia oficial del 91° aniversario, donde se da paso a la premiación de sus miembros y asisten distintas autoridades.

Si bien, el presidente Gerardo Fernández afirma que las distinciones son importantes para el reconocimiento del trabajo de sus voluntarios, destaca que la mayor gratificación de un rescatista se siente al momento de salvar una vida en peligro.

"Esta es una labor muy bonita que no tiene fines de lucro, no hay incentivos monetarios ni nada de eso. Es un compromiso que se adquiere con la responsabilidad de resguardar la vida de las personas sin importar quiénes sean. Cada vida es valiosa, y nuestro deber es acudir a todos los llamados y requerimientos que se nos hagan".

Brigada juvenil

Por otro lado, el Bote no sólo vive de sus potentes y emotivas historias de valientes salvatajes y rescates, sino que sus fichas están puestas en la juventud que actualmente se está preparando para convertirse en los futuros voluntarios que resguardarán la vida en el mar.

Para eso, en el año 2009 la institución creó la Brigada Juvenil, la cual surge como una forma de acercar a las y los jóvenes de la región al ámbito marítimo y específicamente al rescate acuático.

Sin embargo, los interesados aspirantes al cuerpo de voluntarios tendrán que asumir un gran desafío, que sobre todo implica responsabilidad social.

Actualmente la brigada juvenil esta compuesta por jóvenes entre 12 años y 18 años, que son instruidos en diferentes áreas. Como primeros auxilios, cabuyería, nomenclatura náutica, mantención y manejo de embarcaciones menores, además de la prevención de accidentes acuáticos, con un arduo trabajo en los balnearios locales, donde instruyen a la comunidad y reparten folletos informativos.

Dentro de los requerimientos que el Cuerpo de Voluntarios del Bote Salvavidas porteño hace a sus brigadistas está el mantener una actitud permanente de servicio hacia la comunidad, teniendo claras sus exigencias personales, así como también el respeto a sus pares y mayores.

El capitán Luis Cortéz explica que "hay un cambio radical en lo que hacía el Bote hace 15 o 20 años atrás, con respecto a lo que hoy día estamos realizando. Ahora estamos focalizados en la prevención y para eso hay que generar temas en las playas, porque indudablemente el tema de los temporales ya no es la gran preocupación que tiene el Bote. Por eso las instrucciones han ido acomodándose a los cambios, por ejemplo, generando cambios de flota por embarcaciones más rápidas que nos permiten llegar más rápido a un rescate".

Actualmente la brigada cuenta con un brigadier mayor y un ayudante, además participan 20 brigadistas a cargo de un voluntario monitor y un equipo de voluntarios para las diferentes especialidades.

A través de este trabajo, el propósito de la institución es asumir la realidad de cada joven, y orientarlos en el diario vivir, en las escuelas, colegios, liceos y los barrios. Para así apoyarlos en el desarrollo de su crecimiento personal, evitando problemas sociales como el consumo de drogas sobre la base del servicio al prójimo.

Finalmente, la directiva del Bote Salvavidas hace un llamado a todos los jóvenes para que se acerquen a la institución.