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Dramático caso de hombre que vive solo y postrado en su cama

Vecinos suplican por ayuda para que don Sergio reciba cuidados necesarios.
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Nicole Valverde S.

Un día entero puede pasar Sergio López Olave, postrado en su cama sin que nadie lo ayude a realizar sus necesidades básicas, como comer, tomar agua, ir al baño, asearse, o cambiarse de ropa.

Es la triste realidad de un hombre de 63 años que sufrió una embolia, enfermedad que de a poco le fue causando problemas para moverse, hasta que finalmente quedó completamente inmóvil. Y a penas puede decir unas palabras.

"Don Sergio", como le dicen sus vecinos y vecinas, vive en el Primer Sector de Playa Ancha, en el pasaje 32 de la población de las Tres Américas.

Si bien comparte techo con un hermano, este se desempeñaría como panadero por lo que sale de la casa a eso de las 6 de la mañana, y regresa tarde en la noche. Razón por la que según los vecinos no puede hacerse cargo de su hermano enfermo.

En consecuencia son los mismos vecinos quienes -en la medida de lo posible- lo visitan y le llevan desayuno, almuerzo y once. E incluso muchas veces han tenido que llegar a mudarlo, porque Sergio ya ni siquiera puede controlar su esfínter.

La Estrella llegó hasta la casa de López para constatar su estado y conversar con él y sus vecinos.

Ahí encontramos a don Sergio, quien staba acostado, tapado debajo de un par de frazadas en una pieza fría y húmeda. El viento hostil de Playa Ancha se cuela por la ventana. López reconoce a sus vecinos, y con dificultad atina a mover su mano para saludarnos.

Necesita ayuda

El dramático caso de Sergio López, tiene completamente angustiadas a las personas que lo ayudan, y además ven con tristeza como la salud y la integridad física del hombre se va deteriorando con el tiempo.

"El año pasado él andaba con bastón, cuando todavía podía moverse un poco. A veces caminaba afirmado de las murallas y yo misma lo ayudaba a sentarse en la mesita que tiene en el comedor. Después de eso pasaron como dos o tres semanas y ya no se podía levantar, así que tuve que pedirle ayuda a los vecinos para poder moverlo o acompañarlo a los controles médicos", cuenta Julia Vera, vecina que se ha hecho cargo de la alimentación de don Sergio, por pura buena voluntad.

Al igual que Julia, hay otros vecinos como Mario Escobar y Cristina Cruz, que también se preocupan por don Sergio. Pero ellos no son sus familiares directos, y también tienen sus propias vidas y problemas, por lo que no siempre pueden estar pendientes de López.

"A veces se turnan para mudarlo. Y yo siempre que puedo vengo a hacerle aseo a su casa. Él nos ha dicho que lo único que quiere es que se lo lleven a un lugar donde pueda estar mejor atendido. Por último un lugar donde tenga con quién conversar porque aquí pasa solo", dice otra vecina.

Respecto a esto, han buscado un lugar como una casa de reposo o institución de caridad que pueda recibir a Sergio, pero todos son pagados. Esto complica aún más las cosas para quienes quieren ayudarlo, porque él recibe una pensión de 90 mil pesos mensuales, dinero que no alcanza costear su estadía.

"La otra vez Cristina (una vecina) estuvo averiguando y en un lugar le dijeron que podían recibirlo, pero que cobraban 350 mil pesos mensuales, y con la pensión de él no alcanza. Y nosotros tampoco tenemos recursos como para poder ayudarlo a pagar esa cantidad de plata", afirma Julia.

"lo que podemos"

"Yo también vivo solo, y a pesar de que también he tenido varios problemas de salud, estoy mejor que él, y lo ayudo porque de verdad me da mucha pena verlo así. Cuando vengo le converso y le pregunto si está aburrido. Y él me responde que sí. Entonces yo me pongo en el lugar de él y me provoca una angustia muy grande", afirma Mario Escobar.

Y agrega: "Yo lo apoyo en lo que puedo no más. A pesar de que no puedo hacer fuerza porque tengo artrosis en la cadera, lo he mudado y le pongo empeño para ayudarlo".

Otra cosa que preocupa a estos vecinos de buen corazón es que últimamente se han percatado que don Sergio habla cosas que no son coherentes con la realidad.

"No está bien de su cabeza, porque dice que ve y escucha gente en el comedor de la casa. Que ve gatitos que andan por toda la casa. Yo creo que es porque pasa muy solo y también por su misma enfermedad", asegura Julia.

Los vecinos y vecinas esperan que al hacerse público el caso de abandono de Sergio López Olave, alguna autoridad u organismo de Gobierno pueda hacer algo para brindarle el apoyo y la ayuda que necesita. Y así el hombre pueda tener una mejor vida dentro de todos sus problemas de salud.