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Piden la condena más alta para femicida de joven en Placeres

El Ministerio Público presentó el ensañamiento y premeditación en los alegatos de clausura. Defensa del acusado se opone por considerar que no se acredita la convivencia. Hoy se dará a conocer el veredicto en el tribunal de Valparaíso.
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Cinthia Matus O.

Antes de que nos retiremos a deliberar, ¿quiere hablar? -pregunta el juez, que acaba de escuchar los alegatos de clausura en el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Valparaíso.

- Sí, si quiero… -responde Kurt Westerhoud, el porteño que fue acusado de asesinar a su ex polola Camila Peralta Tank (23), en un domicilio que compartían en Placeres.

- Bien, lo escuchamos.

- Lo que yo tengo que decir es que Camila sabía que yo la iba a ir a visitar aquel día, yo soy responsable de lo que sucedió con Camila... No tengo derecho a pedir perdón y estoy absolutamente arrepentido... (se le quiebra la voz) por todo el daño que le hice a ella y a su familia.

Silencio.

-Bien, ¿eso? - vuelve a preguntar el magistrado al ver que no dice nada más.

- Sí.

- Bien. Conforme a los antecedentes, el veredicto será comunicado el día de mañana (hoy), a las 10.00 horas.

Dos agravantes

Falta poco para que sean las 10.00 de la mañana y en la sala número 3 del quinto piso del tribunal, unas diez personas aguardan impacientes. Son los familiares y amigos de Camila, quien fue 28 veces apuñalada por Kurt el pasado 7 de septiembre de 2015. Si bien apenas hablan, en sus rostros se puede apreciar el dolor y la tristeza por la situación. "Que termine luego esto" se susurran y observan con resquemor a la prensa.

A las 10.11 horas se da inicio al juicio y la fiscal Lorena Ulloa comienza a relatar lo que sucedió aquella trágica mañana. "Éste es un delito de femicidio de grado consumado: un macabro y violento hecho que queda de manifiesto en el sitio del suceso por las ochenta y nueve fotografías que se registraron", repite a menudo.

La familia escucha atenta, tratando de no llorar. Sin embargo, cuando se menciona que la hija de Camila y Kurt, Julieta de 3 años y 9 meses, fue testigo del asesinato, se conmueven y derraman algunas lágrimas. Más aún cuando la fiscal agrega que la víctima quedó agónica, en un charco de sangre.

Por todo lo anterior, el Ministerio Público alega ensañamiento y premeditación, dos agravantes que a la defensa no le parecen. "Son dos agravantes nuevas, dos circunstancias que agravan la responsabilidad y que dan cuenta que el Ministerio Público está cambiando las reglas del juego", alega la defensoría de Kurt. "Además, no está acreditada la convivencia y por eso solicitamos que de femicidio se modifique a homicidio calificado simple", agregó tras dar una serie de argumentos que apoyaban su justificación.

Al término del juicio, la fiscal Ulloa insiste en que el hecho fue femicidio y que debe ser penado con el presidio perpetuo calificado. "Nosotros, en este caso, alegamos la agravante de alevosía obrar sobre seguro, por haberlo ejectuado en el domicilio de la víctima y también agregamos la circunstancia de ensañamiento toda vez que fueron 28 puñaladas y además de acuerdo al informe del Servicio Médico Legal, fue fracturada la nariz y diversas equimosis. Por otro lado, el sitio del suceso era bastante macabro, lo que da cuenta de una violencia brutal", afirmó.

Respecto a la actitud de la defensa de "bajarle el perfil" a la relación de convivencia, la fiscal declaró: "Ellos fueron convivientes durante el año 2013, vivieron juntos en este domicilio de los padres (de Camila) y además tenían esta hija en común de 3 años 9 meses a la fecha de los hechos (...) No ha habido mayor discusión acerca del hecho ni de la autoría, sino una defensa más bien técnica si estamos en presencia de un delito de femicidio y cuáles son las circunstancias agravantes o aminorantes para determinar la pena".

El veredicto se dará a conocer hoy a las 10.00 de la mañana en el mismo tribunal y si es de presidio perpetuo calificado, Kurt tendría que pagar 40 años de privación de libertad efectiva.

"Éste es un femicidio"

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Ricardo González, abogado del Servicio Nacional del Mujer (Sernam) actuó como el querellante del caso. Para él, "la defensa ha tratado de centrar la discusión en el tema de la convivencia que a juicio de esta parte , quedó claramente acreditado (...) Para nosotros éste es un femicidio, bajo ningún respecto nos quedaríamos conforme con que esto se recalificara como homicidio. A juicio nuestro sería completamente descabellado (...) Aquí hay una víctima de violencia, Camila, y un móvil de celos cuando el imputado se entera de que inicia una nueva relación". La madre de Camila habló brevemente con la prensa y escuetamente señaló que está muy afectada por todo el proceso y que "es muy doloroso tener que volver al tribunal a revivir todo".