"Esto no iba a terminar nunca, era él o yo". Fueron parte de las declaraciones que entregó ayer Néstor Rodríguez Camus, el joven de 29 años confeso de haber disparado y dado muerte a Hernán Carrasco Martínez, crimen ocurrido el miércoles recién pasado en calle Esmeralda en Reñaca Alto y que se originó en una absurda discusión callejera entre vecinos.

Visiblemente afligido Néstor Rodríguez escuchó con la cabeza gacha los antecedentes entregados por la fiscal Daniela Quevedo, para fundar su formalización como autor del delito de homicidio calificado, y por el cual Rodríguez quedó ayer en prisión preventiva por los 100 días que se fijaron como plazo de investigación.

En la sala y en completo silencio, sólo había medios de comunicación y amigos y familiares del imputado. Por parte de la víctima nadie se hizo presente.

Antes de que la magistrado Valeria Echeverría resolviera dar lugar a la solicitud del Ministerio Público y decretara la prisión preventiva del imputado, Néstor Rodríguez quiso pasar a estrado renunciando a su derecho a guardar silencio, para entregar su versión de los hechos que le hicieron perder la cabeza, y usar por primera vez el revólver que había adquirido hace algún tiempo para defenderse si hacía falta.

"La había comprado (el arma) sólo por seguridad porque usted ya sabe cómo es el barrio allá en Reñaca Alto", manifestó en su declaración.

Incidente

Tal como ya lo había detallado la fiscal, Rodríguez, quien se dedicaba a realizar tatuajes, se había enfrascado en una discusión con Hernán Carrasco el martes 26 de abril, cuando éste reaccionó de manera airada al pasar en su auto por el lugar donde Néstor, su pareja y la pequeña hija de esta última, conversaban con un primo de la joven ocupando parte de la calzada.

A pesar de la indiferencia inicial, dada la provocación del ahora fallecido - quien los amenazó e incluso hizo ademán de querer atropellarlos - la disputa terminó en una pelea en la que la víctima agredió con arma blanca a Rodríguez.

A raíz de este hecho, Hernán Carrasco fue detenido y formalizado. Sin embargo quedó en libertad y antes de salir del tribunal y ante la presencia de en ese momento su víctima, lo amenazó de muerte.

"Era él o yo, esto no iba a terminar de otra manera", afirmó Néstor Rodríguez.

Priscilla Barrera Ll.

priscilla.barrera@estrellavalpo.cl

Cinco mujeres y un hombre, todos familiares, fueron detenidos por personal de la Brigada de Criminalística de la PDI de Villa Alemana, como parte de una investigación que se desarrolló por varios meses y que permitió recuperar droga avaluada en 24 millones de pesos.

La operación se desarrolló este miércoles en Huanhualí, sector sur de la comuna, y se llevó a cabo en varios inmuebles, algunos de los cuales eran usados como centro de acopio y comercialización de marihuana, clorhidrato de cocaína y pasta base de cocaína.

La diligencia permitió recuperar, además de la droga, 436 mil pesos y elementos de dosificación, así como una carpa de cultivo indoor.

Al respecto, el gobernador de Marga Marga, Christian Cárdenas, indicó que "en este momento hemos dado con un clan familiar, en el cual están involucradas varias personas (…) En este sentido queremos seguir dando a entender que la denuncia y la operatividad que tiene Investigaciones de Chile en hacer este trabajo, a través del programa MT0, han dado resultado y sobre todo lo hemos visto acá con esta banda que se ha desbaratado y que en este momento estamos sacando de circulación una gran cantidad de droga que va a ser comercializada en esta comuna".

No pasaron inadvertidas tampoco las declaraciones que entregara la pareja de la víctima fatal, Dayanne Navarrete y que fueron leídas por la fiscal Quevedo. En ellas la mujer de 30 años reconoció que su pareja era un hombre agresivo que la agredía, que consumía drogas y que había preparado unas bombas molotov que estaban en su casa al momento del altercado que terminó con la muerte de su conviviente, mismas bombas que el sujeto arrojara a su homicida y a la pareja de éste el día del altercado. "Me pidió mil pesos y yo asumí que la plata era para comprarse un pito (...) Lo vi en la calle y que discutía con una pareja (...) Hernán siempre reclamaba que los traficantes de Reñaca Alto vendían pitos muy chicos (...) Cuando volvió tenía cara como de loco, se notaba que había consumido droga". Carrasco tenía un amplio prontuario por amenazas, agresiones y robos.