Matías Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
Un profundo impacto, conmoción rabia e impotencia, generó en los vecinos de Marina Mercante el brutal asalto a la botillería "Manolito", que le costó la vida a Manuel Álvares y dejó a Jesús Zamora herido de bala. A más de un mes del hecho, y tras una serie de manifestaciones de los vecinos, parece que por fin el sector está más calmo.
Desde aquel trágico 14 de marzo, la botillería donde ocurrió el hecho no ha vuelto a ser la misma. A pesar de que funciona parcialmente, en la semana se puede ver su cortina abajo, donde se pegaron algunos carteles en memoria de "Lolo", a quién sus vecinos quisieron rendir homenaje póstumo a través de una vistosa animita con placas de cerámica y puerta con chapa, en la que se muestra una fotografía del querido vecino, junto a unas velas y el infaltable escudo de Santiago Wanderers, pues "Lolo" se convirtió en un verdadero mártir, cuya muerte caló hondo en el corazón de Marina Mercante.
Más vigilancia
Lo cierto es que tras la crisis que se vivió en su momento, la cosa está más tranquila y ya no se vive esa sensación de caos e inseguridad que reinaba en Marina Mercante. Al menos así lo consignan los locatarios, quienes se movilizaron para exigir a la municipalidad que pusiera en marcha una serie de medidas que ayuden a fortalecer la seguridad del lugar.
Héctor Silva, que tiene un bazar contiguo a la botillería "Manolito" y es compadre del padre de la víctima, señala que la cantidad de hechos delictuales que solían abundar allí se han reducido considerablemente, principalmente por un factor: el aumento de la vigilancia policial. "Han bajado porque hay bastante vigilancia de Carabineros, ha bajado la delincuencia porque estuvo complicado acá", señala Héctor y explica que los asaltos, lanzasos y robos eran pan de cada día, pero luego del vendaval de críticas desatado en el fatal episodio de marzo, hay mayor preocupación de las autoridades. "Por lo menos ha bajado, porque además de la vigilancia también se han podado los árboles, que era otra exigencia nuestra. Es de esperar que esto se mantenga", manifiesta el porteño, pues efectivamente los árboles del sector se encuentran totalmente podados.
Al otro lado de la botillería se ubica la carnicería San Ramón, donde Patricio Jiménez concuerda con su vecino en que el hecho de que hay más policías en las calles ayuda a retornar la tranquilidad en el sector, lo que tiene más tranquilos a los vecinos, pero aún se está a la espera de que se cambie el sistema de iluminación y se instalen cámaras de seguridad. "Pasan tanto Carabineros como la PDI, están pasando constantemente, dos o tres veces al día. Se nota que hay un control de día, de tarde y de noche" señala.
Que se mantenga
Al consultarle a los locatarios, todos valoraron la medida puesta en marcha, pero mantienen dos preocupaciones latentes: que se complemente la vigilancia con iluminación y cámaras de seguridad y que este mayor control se mantenga en el tiempo de manera permanente. "Yo creo que más adelante las van a poner porque ya cortaron los árboles, eso es para ponerlos. Cuando pasó esto la población entera íbamos todos a marcha y manifestaciones porque estaba recién fresco esto, entonces la idea es que no se pierda la fuerza y que esto se mantenga por el tiempo, que no sea por el rato no más", indica el carnicero, pues al igual que sus vecinos, no quiere que la muerte del querido "Lolo" haya pasado desapercibida ni en vano.