Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
El tema de los indigentes viviendo en las calles no es nuevo para Valparaíso, pero en los últimos años la situación escaló de manera impresionante.
Bajo la rotonda de Barón, a unos metros de la estación del Merval, es común ver casuchas y carpas en las que duermen personas en situación de calle, y cada vez aparecen más. Según los vecinos, se trata en general de gente joven que trabaja en el día limpiando parabrisas de autos en la calle Errázuriz y usan ese mismo dinero para alimentarse o en algunos casos, comprar vino y cerveza. El tema ha causado molestia en algunos peatones que se quejan del mal olor y la suciedad que hay en la zona, que es usada como baño; además, hay algunos jóvenes que se acercan a pedir dinero a la salida del Metro.
Paola Gamboa tiene un kiosko en el sector y cuenta que son cerca de ocho personas que van circulando por el sector y están parcialmente identificados, pues a estas alturas ya son "vecinos", pero agrega que últimamente el tema ha escalado. "Hoy en la mañana, como a las 7 horas, cuando vine a abrir el kiosko y vi como a 12 personas, una era mujer y el resto hombres que estaban riéndose con una fogata", cuenta la kioskera y agrega que en general no ha tenido problemas con ellos a excepción de un terrible accidente cuando un grupo de indigentes hizo una fogata cerca de su kiosko, y se desató un incendio que consumió todo su local, pero aparte de ese episodio ocurrido hace cuatro años no ha tenido mayores problemas.
Desde la tostaduría "Barón", Iván Bustos cuenta que durante el año siempre se ve a los mismos sujetos rondando, pero durante el verano el tema crece más aún porque llegan visitantes de afuera de Valparaíso que son más desordenados y generan más problemas, sobre todo con algunos que llegan a meterse a los negocios a borrar.
Indigentes en valpo
El Seremi de Desarrollo Social, Abel Gallardo, explica que para combatir el tema de la indigencia en la región, se dispone de dos planes. El primero, que es temporal, es el "Plan Invierno" que ofrece alimentación y alojamiento por 120 días; el segundo plan apunta al largo plazo y tiene que ver con un trabajo sostenido y de seguimiento en el que se busca convencer a la persona para que abandone la calle de forma permanente. Respecto del trabajo del Seremi en este aspecto, Abel Gallardo señala que no pueden "obligar" a nadie a que deje la calle sino que deben "generar condiciones para que las personas se convenzan de dejar la calle, y esto puede ser un proceso muy largo y de complejidad".
Respecto de los posibles desórdenes que puedan generar estos indigentes en los vecinos, Gallardo afirmó que no tienen autorización para actuar en esta arista, pues no poseen vínculos con la policía para "desalojar" a los sujetos y eso le corresponde a otros organismos.
El seremi explicó que este año se realizará un catastro callejero para tener un registro de cuantas personas viven en esta situación y determinar como se trabajará para solucionar el problema.