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Obra va en la búsqueda de la felicidad perfecta

Un rey que sufre depresión es el protagonista del montaje de la compañía Lanzarte y que celebra el Día del Teatro en Viña del Mar.
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En un reino lejano vive un rey que padece la terrible enfermedad de la infelicidad, más conocida hoy en día como depresión. El doctor más sabio del lugar determina que el monarca tiene que ser curado mediante una curiosa y antigua técnica, la que consiste en buscar al hombre más feliz del mundo ponerle su camisa al rey y de esta manera será curado.

Esa es la historia del montaje familiar "En busca de la camisa del hombre feliz", basada en un cuento del escritor ruso León Tolstoi, que la compañía Lanzarte presentará mañana a las 19.00 horas, en el Cine Arte de Viña del Mar, ubicado en Plaza Vergara n°142.

El evento marcará la celebración del Día Nacional del Teatro y es organizado por la municipalidad de Viña del Mar, a través de un proyecto beneficiado por el Fondo de Iniciativas Artísticas y Culturales Comunal, FIACC, y contará con entrada liberada al público con invitaciones que pueden ser retiradas en el Palacio Carrasco, Libertad 250 (ingreso por 3 Norte).

La aventura

Para cumplir el objetivo de encontrar la milagrosa camisa, dos emisarios parten en su búsqueda por los confines de la tierra, pero encontrar a un hombre feliz no es tarea fácil, puesto que los que tienen dinero se quejan de la falta de amor; a su vez, los que tienen amor carecen de dinero, y quien lo tiene todo se queja de su salud y un sinfín de problemas.

Sin ninguna solución, los emisarios regresan al reino y en el camino encuentran a un hombre en su choza cantando canciones y riendo. Los emisarios ven de inmediato en él a un hombre al parecer feliz, pero ¿será la camisa de este hombre la que necesita el rey para ser curado?

Esta pregunta será respondida a través de un sorprendente montaje que mezcla diferentes técnicas teatrales como la comedia del arte, el clown, la pantomima, entre otras, en un espectáculo lleno de risas y emoción, que profundizará en el verdadero sentido de la felicidad.

La obra está a cargo de la compañía Lanzarte, integrada por ex alumnos de la carrera de actuación del Duoc UC de Viña del Mar, que surge en diciembre de 2007 y se ha presentado en diferentes ciudades de Chile.

Pantalla grande

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"Al final del túnel"

El azar teje extrañas historias, que muchas veces pueden cambiar las vidas de los involucrados en los acontecimientos.

Esta podría ser la conclusión de la cinta "Al Final del Túnel" (2016), dirigida y escrita por el cineasta argentino Rodrigo Grande; que relaciona casualmente la vida de Joaquín (Leonardo Sbaraglia), parapléjico que vive solo en un gran caserón de Buenos Aires; y una banda que quiere robar un banco que queda en la propiedad vecina de Joaquín y que está a cargo de Galereto (Pablo Echarri).

Inteligentemente hay un nexo entre ambas realidades y que no resulta forzado, cual es que Joaquín tiene en arriendo una pieza, la que es rentada por Berta (Clara Lago), y su pequeña hija; y que es la novia y cómplice de Galereto; y que debe cerciorarse de que Joaquín no sospeche nada del atraco, ya que construirán un túnel subterráneo y podrían hacer un ruido tal que los delate.

Grande, de 42 años, había dirigido anteriormente dos largometrajes: "Rosarigasinos" (2001) y "Cuestión de Principios" (2009), que no fueron estrenados en la región de Valparaíso. En "Al Final del Túnel", demuestra buen manejo narrativo, originalidad en los giros de la historia y capacidad para el empleo del suspenso y de la emoción contenida, con pocos personajes y restricción espacial, ya que las acciones ocurren preferentemente en la casa de Joaquín y en el túnel construido para el robo. Los restantes miembros de la banda son el "español" (Javier Godino), el "muñeco" (Ariel Núñez di Croce) y el Pichi (Cristóbal Pinto), los que correrán distinta suerte.

En general, el nivel actoral está a la altura de la historia, salvo la niña que encarna a la pequeña hija de Berta; que no habla hace dos años por un trauma y que no resulta del todo convincente.

Evidentemente, como toda cinta policial y de suspenso que se precie de tal, los acontecimientos no saldrán ni como los planea Galereto ni Joaquín ni la propia Berta, intricándose en un nudo difícil de desamarrar, tanto para los protagonistas como para el espectador. Quizás un exceso de vueltas de tuerca a los hechos es lo único que se le puede reprochar a la cinta; sobre todo en el desenlace, en el cual tiene un rol fundamental un corrupto inspector de policía (Federico Luppi), que catalizará las acciones hasta el paroxismo.

"Demuestra buen manejo narrativo, originalidad en los giros de la historia y capacidad para el empleo del suspenso".

Nombre: "Al final del túnel".

Cines: Cinemark Marina Arauco, sala 3.