Manuel Gómez Poblete

Tranquilo, pero jamás confiado, se retiró la noche del miércoles el técnico de O'Higgins de Rancagua, Cristián Arán, desde la zona de camarines del Estadio Elías Figueroa, en Valparaíso. De hecho, cuestionó el argumento de un supuesto favoritismo para la revancha del domingo, por el hecho de ser locales en Rancagua.

"Acá no hay ventajas. Estamos cero a cero y seguimos igual que el rival. La localía no nos asegura nada, no olviden que en la liguilla van cinco partidos y en ninguno ganó el local", remarcó el técnico, quien aseguró que el juego de vuelta en El Teniente será igual de complejo.

"Va a ser una revancha durísima, como hoy (el miércoles). Me imagino un partido complicadísimo, con un rival que al igual que nosotros tiene intensidad y que mantiene su idea de protagonizar el juego y de jugar en campo contrario".

En relación a lo que mostró su equipo en Valparaíso, el ex ayudante de Jorge Sampaoli indicó que "hicimos un primer tiempo hasta el minuto 25 ó 30 muy bueno, en donde fuimos superiores y generamos ocasiones claras para ganarlo, luego el trámite en el final del primer tiempo se emparejó y bueno, ya después en el segundo, con la expulsión muy rápida nos costó y decidimos modificar el esquema, aguantando con uno menos".

Para la revancha del domingo (16.00 horas), el técnico rancagüino no podrá contar con los atacantes Cristián Insaurralde e Iván Bulos, el primero suspendido y el segundo lesionado.

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