Fabián san Martín D.
En un puzzle policial se ha transformado la extraña desaparición de un playanchino, el que según su familia fue baleado en Placilla sin que hasta ahora se conozca si está vivo o muerto.
El protagonista de la historia se llama Víctor Manuel Montecinos Sánchez, de 33 años, padre de un niño de 6, quien hace tres semanas salió desde la cárcel de Valparaíso, tras cumplir una condena de seis años por narcotráfico. Su madre, Lidia Sánchez, reconoce que el único varón de sus tres hijos no se rehabilitó tras las rejas, y regresó al delito.
La noche del miércoles de la semana pasada, cerca de las 22.30 horas, se retiró de su hogar en Playa Ancha en compañía de un amigo. El destino de ambos fue el pasaje San Jorge de la población Emergencia de Nuevo Placilla, donde supuestamente protagonizaron una "mexicana" o quitada de drogas. La dupla habría ingresado la madrugada del jueves a una propiedad en un sector de tomas, donde las cosas no salieron como las esperaban, ya que fueron repelidos a balazos por los dueños de casa, liderados por un sujeto apodado "Huaso Pepe". Víctor en la huida habría recibido un disparo en la cabeza, y quedó tendido en un desplayo en el acceso principal. Su acompañante también fue herido a bala, pero logró huir en el automóvil de Víctor, un Chevrolet gris que apareció en la población Ramón Cordero de Playa Ancha, a cuadras de la casa de la familia del extraviado.
El sobreviviente se habría marchado del hospital sin recibir el alta médica, y se contactó con Lidia Sánchez y su familia para revelarles lo acontecido. Los llevó incluso al lugar donde habría sido tiroteado Víctor Montecinos. "Me pedía perdón por no haberlo podido ayudar ni rescatar", señala la progenitora entre lágrimas.
Presunta desgracia
El viernes pasado la familia de Víctor estampó una denuncia de presunta desgracia en Carabineros, y ayer por instrucción de la Fiscalía el sector en Placilla donde habría sido el hecho de sangre, fue rastreado por peritos de Labocar y la sección OS-9. También revisaron dos inmuebles cercanos donde se supone que habría sido ocultado y atormentado. No se levantaron evidencias ni pistas en Placilla, ni tampoco se obtuvieron en el automóvil de la víctima en Playa Ancha. "Necesitamos que la policía traiga más gente a rastrearlo, ojalá con perros, porque el terreno es muy grande. Queremos hallar el cuerpo, nada más que eso, lo necesito", expresa angustiada Lidia.
Familiares sureños del playanchino llegaron a la zona con datos de unas videntes que revelaron pistas sobre su paradero.
Han pegado carteles y revisado vertederos y quebradas en el camino costero sin éxito. "Las videntes lo ven vivo, aunque debilitado porque lo están drogando. La dirección coincide con este sector de Placilla. Lo tienen secuestrado", afirmó Jorge, primo de Víctor. Cualquier dato del extraviado se recibe en el teléfono 93122555.