Residencial de mala muerte

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"Perdí todo, quedé con lo puesto. Yo vivía y trabajaba acá", comentó el dueño de la verdulería, "Arturo", Arturo Parraguez, quien se mostró muy molesto con el trato que les dieron las autoridades. "Nos mandaron a un albergue horrible. A una residencial en calle Chacabuco muy ordinaria. Tenía una cama de dos plazas y nada más, no había toalla en el baño y nosotros perdimos todo. No nos dieron ni una taza de té".