Limpieza de bahía en Quintero depende 100% de los buzos
Ya van tres días de trabajo y hasta el momento se han extraído más de 60 mil litros de agua e hidrocarburos. Armada investiga mientras pescadores anuncian movilizaciones por todos los daños. Enap contrató asesoría internacional.
Es el tercer día de limpieza en la bahía de Quintero y Eduardo Olea, uno de los 32 buzos que ha tenido que descender al fondo marino para trabajar en la extracción del aceite decantado (slurry oil), está inquieto. Aunque lleva una bolsa de pan y mortadela para compartir un ameno desayuno junto a sus compañeros, comenta que aún queda mucho por hacer y que la maniobra es delicada.
"Yo estoy contratado por una empresa que le presta servicios a Enap. Y junto a los demás (buzos), estamos viendo todo lo que es la reparación y mantención del terminal. En este momento estamos tratando de normalizarlo, pero aún queda por hacer. Desconozco cuánto nos demoraremos, pero es una misión que requiere cuidado", apunta desde una lancha que lo lleva camino al terminal.
Al igual que sus colegas, Eduardo debe estar sumergido 70 minutos en el agua, siguiendo a cabalidad los patrones que le indican la tabla de descomprensión (tarjetas que los buceadores utilizan para determinar las condiciones de gas para inmersión).
"Mientras más profundo usted bucee, menos tiempo de buceo usted tiene porque ahí empieza a regir la tabla de descompresión. De hecho donde nosotros podemos bucear 70 minutos haciendo 2 minutos de descompresión a 3 metros. No más que eso. Por supuesto, a medida que se hace más descomprensión, se pasa a tarjetas más superiores", explica.
ARMADA y ENAP
Actualmente, en las labores de limpieza están trabajando la Armada y cinco empresas que son supervisadas por la Enap. Una de estas empresas es Suatrans Chile, cuyo Jefe de Operaciones es Esteban Cabrera. "Mi tarea es sacar el producto. Hoy día (ayer) no terminamos y desconozco cuánto tiempo más vamos a estar operando. Sólo trabajamos de día, más que nada por un tema de seguridad (...) Acá la seguridad es lo primero porque a diferencia de un derrame que normalmente atendemos en superficie, estamos operando con buzos, quienes tienen limitaciones a la profundidad en que está el producto y eso tenemos que respetarlo", señaló Cabrera, desde el Muelle Asimar.
De esta manera, el representante de Suatrans admitió que todo lo que se hace depende de los buzos. "Eso nos va marcando la pauta de trabajo en el día, entonces hablar de un tiempo, más que de cantidad de producto que hay bajo el agua, tiene mucho que ver con la operatividad de los buzos. O sea, aquí no puedo poner una fila infinita de buzos porque no la tengo y debo respetar los tiempos de buceo que ellos tienen y adaptar mi plan de trabajo a esa condición de seguridad", afirmó.
Por lo mismo, el Jefe de Operaciones aseguró que se les cuida íntegramente. "La cantidad de buzos es significativa, por eso Enap incorporó una cámara hiperbárica a las operaciones que está en caso de que ocurra un accidente y nosotros como empresa, un médico paramédico", informó.
En cuanto a la labor, Cabrera comunicó que hay dos líneas de trabajo para la extracción del hidrocarburo. La primera, consiste en que mientras los buzos están inmersos en el agua (5 profesionales por 70 minutos), el equipo de Suatrans y la Armada trabaja en las líneas de aspiración que tienen montadas. "Las líneas comienzan a operar a primera hora de la mañana junto con el primer buzo. Se despliega una manguera de succión que va a transportar el producto hasta una bomba. Esta bomba es tipo neumática, como un pulmón que se abre y se cierra y que funciona con aire comprimido. Por lo tanto, no existe riesgo de inflamabilidad. Las conexiones son con doble seguridad y selladas, por lo tanto tampoco existe riesgo de fuga. Y bueno, esta manguera queda en el fondo, en la zona de trabajo y los buzos se van rotando en su operación", especifica.
De esta manera, la manguera actúa por acción de bomba, succiona el producto y lo transporta hacia una barcaza que tiene estanques de almacenamiento especialmente diseñadas para eso.
Segunda etapa
La segunda etapa, de acuerdo a lo que señala Esteban Cabrera, consiste en que una lancha que también tiene estanques para transportar hidrocarburos, reciba lo que se bombea desde la barcaza. "Se junta una lancha y nosotros hacemos una segunda etapa de bombeo desde la barcaza hacia esta lancha con los mismos sistemas y los mismos protocolos. Luego esta lancha transporta la mezcla hacia el sector del muelle Asimar", precisa.
En este punto, el experto señala que el producto es una mezcla porque se produce una emulsión, una fusión de agua con hidrocarburos. "Desde el muelle se hace otra extracción de bombeo a camiones cisternas que son quienes en definitiva hacen el traslado a la planta", indica.
Pescadores
Pese a que los pescadores han visto con sus propios ojos estas maniobras de limpieza, el hecho que sufrieran tres veces un derrame y que todavía no se sepa la cantidad esparcida, los tiene muy molestos.
"El diagnóstico es claro. Nuevamente tenemos un evento catastrófico para la bahía y no solamente para los pescadores, sino también para la comunidad de Quintero en general, por la contaminación que se genera. Además, el proceso de extracción de este elemento viscoso va a ser lento porque está costando sacarlo y mientras tanto más se va contaminando, independiente que esté plegado en el fondo marino", dijo Hugo Poblete, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales S24.
El joven, que además es biólogo, comentó que el Sulfuro de Hidrógeno que contiene el producto es altamente dañino para las especies acuáticas y que incluso pueden provocar cáncer a los seres humanos. "Aparte de la contaminación de metales pesados, la probabilidad de cáncer, también hay un daño con la intervención que se ha hecho en la bahía con los muelles. Eso nos ha quitado una fuente de recursos, porque por las concesiones no se puede pescar ahí", declaró.
Para sobrevivir, Hugo señala que sólo les queda la jibia. "Tenemos la posibilidad de la jibia que vamos a pescar afuera, a 20 ó 15 millas de la costa, por lo que tenemos ese recurso para salvar la olla. Pero si dejara de haber jibia, no tenemos nada qué hacer. El Gobierno apunta a fortalecer las áreas de manejo, pero resulta que acá en Quintero no tenemos ningún espacio que no esté contaminado", declaró.
Por lo anterior, no descartan movilizarse. "El derrame fue el día sábado y nos enteramos el domingo alrededor de las 10.00 de la noche. No sabemos cuánto vertieron y para nosotros es irrisorio porque la empresa debe saber cuánto está descargando, comprando o vendiendo. Es como ir a una bencinera. Por eso nos movilizaremos, no nos callaremos", anunció.
Durante la tarde trascendió que algunos pescadores arrojaron peces a autoridades en evento de Glorias Navales y que una embarazada había resultado intoxicada.