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Las animitas que evocan el paso de la muerte en la vía Las Palmas

Durante años, familiares han recordado con monolitos a las víctimas que murieron por accidentes automovilísticos o infartos. Algunos con gigantografías, otros con cruces, peluches y palabras de amor eterno. Aquí las más conocidas.
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Cinthia Matus O.

Este martes 7 de junio, Jarol -así tal cual- cumplió un año de fallecido. Como muchos de los que han perdido la vida en la Vía Las Palmas, su familia lo ha querido recordar con una gigantografía a un par de kilómetros del túnel Jardín Botánico (popularmente llamado 'Los Gemelos') y que, a medida que transcurre el tiempo, se va deteriorando y llenando de objetos.

Sin embargo, la animita que evoca a este joven que se caracterizó por ser fanático de las tuercas y las películas "Rápido y Furioso", no es la única que yace en el sector, ya que a Moncho Gallardo, su hemano e hijos le dedicaron un memorial con una cruz de madera. Su deceso, que fue bastante lamentable, ocurrió cuando en momentos que salía del famoso túnel en dirección hacia Quilpué, le dio paro cardiaco súbito que le hizo perder el control de su camioneta. Falleció instantáneamente y su vehículo quedó a la deriva hasta que Carabineros y los equipos de emergencia llegaron a asistirlo.

LA ANIMITA MÁS GRANDE

A unos metros de Moncho, yace otra cruz más pequeña que recuerda a María Elvira Millan de La Cruz, una mujer que perdió la vida a causa de la velocidad. Dicha animita llama la atención porque bajo la cruz están las llaves del vehículo involucrado y que con las inclemencias del clima como la lluvia y el frío, se han ido oxidando. "Te recordaremos siempre. La familia" reza el mensaje dedicado a ella.

Luego, al pasar la rotonda El Trébol y continuar el camino hacia Valparaíso, hay otra animita que se ha convertido en una pequeña casita. Se podría decir que es la más grande de todas a lo largo de la carretera, ya que tiene un techo lleno de peluches, velas, fotografías y objetos que conmemoran a Melany, la niña de 11 años que falleció en un accidente automovilístico el pasado 8 de enero de 2003.

Su madre, Sussy Soto, todos los días la recuerda y trata de mantener ordenada y limpia la animita para que la gente la visite.

"El dolor de madre siempre estará en el corazón, pero aunque no esté físicamente la amo con todas mis fuerzas, mi niña preciosa, tan alegre, tan humana. Sé que desde el cielo está protegiendo a muchos, se recuerda con dolor, pero estoy en una etapa de mi vida que no encuentro culpables. Sé que fue cosa del destino, aún recuerdo sus locuras, sus carcajadas y con la fuerza que defendía a su prima Yeya y a su primo Alechino como ella le decía... tengo los mejores recuerdos de mi princesa, mi niña loca, que se vestía todos los días de cualquier cosa que se le ocurriera. Te amo, mi vida, tengo la tranquilidad de tener a tu hermanita que cuidas desde el cielo", expresó Susy, en la página de Facebook que le dedicó a su pequeña.

En el caso de Jarol, de 24 años, la animita lo muestra como un héroe. Tras chocar con una barrera New Yersey, posteriormente volcarse y salir expulsado del vehículo por no llevar cinturón de seguridad, su familia le preparó una foto gigante en la que sale al lado de su ídolo: Paul Walker, el protagonista de las películas "Rápido y Furioso" y que paradójicamente murió al estrellarse con uno de sus autos deportivos el pasado 30 de noviembre de 2013. Jarol lo admiraba al punto que enchulaba sus vehículos de la misma manera en que el actor los utilizaba en la saga.

Esto queda de manifiesto en el texto que sus cercanos le dejaron en el memorial y que además de fotos, tapa de ruedas y flores, tiene unas botellas pequeñas de licor. "De pequeño luché por sobresalir entre los demás, luchando codo a codo con la persona que más admiré en mi vida: mi padre, el que fue mi ejemplo a seguir y con él empezó mi gusto por el rugir de los motores y en especial, el rugido de mis autos que fueron cambiando con el tiempo. Y así fui creciendo y con el tiempo mejorando y ganando experiencia junto a mi padre. Sé que ya no estoy aquí junto a ustedes, pero los cuidaré desde el cielo. Aquí en el cielo conocí a mi ídolo al cual siempre quise imitar, quizás no tan sólo imitar si no ser mejor que él, pero con sencillez y humildad como mi padre siempre me repetía...", apunta un fragmento del relato.

Todo esto, sumado al fatídico accidente que ocurrió el pasado 10 de mayo y en donde seis personas fallecieron, hace pensar que la Vía Las Palmas, como dicen los camioneros, es ahora "La ruta de la Muerte".

No faltan los que hacen daño

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Las animitas en las carreteras son cada vez más comunes, pero lamentablemente no faltan los que las destruyen. Uno de los casos es el de Francisco Javier Provoste Mena, el niño de 10 años que murió atropellado el 2 de abril de 2009 en 1 Norte con Los Abetos. Su madre Marisol, atormentada por el dolor de la pérdida, le hizo un memorial en la esquina, pero ya es la tercera vez que se lo roban y rompen. "Esto viene pasando cada cierto tiempo, la primera vez pensé que había sido un accidente, pero después nos dimos cuenta que no podía ser pues tendrían que haber roto toda la estructura. No sólo ha sido el libro que está por encima pegado, sino que todo lo han arrancado. Esto ya deja de ser una mera casualidad, es intencional y no puedo entender cómo existe gente que pueda dañar algo tan sagrado y que no lastima a nadie y que recuerda la vida de un niño inocente que jamás hizo daño a nadie...", lamentó la viñamarina.