El jueves en la tarde, los viñamarinos se preguntaron qué estaba pasando en la ciudad porque la sirena de los Bomberos estaba sonando por varios minutos. Aparentemente se trataba de una gran emergencia, pero según explicó el Comandante Andrés Zavala Cornejo, sólo se estaba realizando una prueba de operatividad. ¿La razón? desde que ocurrió el terremoto de 2010, el edificio en donde funcionaba la Segunda Compañía de Bomberos quedó con graves daños, dejando al sistema de alarmas públicas sin operar. Recién la semana pasada se pudo volver a instalar con una grúa y el jueves se hizo la respectiva prueba.

"Es una sirena que estaba en funcionamiento desde hace muchos años, pero con los daños estructurales del edificio durante el terremoto, hubo que desmontarla y esperar a que se terminaran las reparaciones. Ayer (jueves) sólo se hicieron las pruebas de funcionamiento y este fin de semana, dependiendo de la disponibilidad del técnico, se harán las pruebas a distancia, para que pueda ser operada desde la central de comunicaciones de Agua Santa", explicó el Comandante.

En cuanto a la demora, Bomberos explicó que todo fue por un asunto de recursos, pero que hoy están más contentos que nunca de contar con su "paila" como le llaman en su jerga. "Esperamos que desde el lunes ya esté disponible como lo que es, la tradicional sirena de alarma pública", dijo Andrés Zavala.

5 Años prácticamente estuvo sin funcionar. El fin de semana harán tres pruebas más en horario diurno.

Cinthia Matus O.

Tener una nariz perfecta es el sueño de muchos. Especialmente de los que la tienen aguileña o como de tucán, ya que es muy probable que en algún momento de sus vidas se hayan sentido acomplejados por ellas. En una clínica estética, una rinoplastía o corrección de nariz tiene un valor aproximado de $1.800.000, una cifra que prácticamente es un lujo para la media de los chilenos.

Sin embargo, en Viña del Mar, por una suma que no sobrepasa los $6.000, usted puede arreglar la apariencia de su "ñata" en menos de cinco minutos y sin siquiera someterse a una cirugía.

Daniel Morales, dueño de la peluquería que lleva su mismo nombre (Etchevers 268, local 9), señala que se trata de los "respingadores", unos accesorios de silicona que usted puede adaptar dependiendo del porte y tipo de nariz que posea.

"Junto a otro local soy el único que los vende en la V Región. No es nada inyectable, no es maquillaje ni tampoco un palo rígido que se mueve y que se asoma molestando. Son unos palos de siliconas que se adaptan y que se aplican dentro del orificio", explica con entusiasmo.

De silicona

Los palitos son de color negro y tienen medidas. "Van del número 3 al 6, según el porte y la forma de la nariz. Lo bueno es que es un precio que la persona paga una sola vez porque si los mantiene lavándolos con alcohol y bien cuidados, pueden durar eternamente", asegura Daniel.

Respecto a si es molesto o no, el estilista comenta que no. "Es cuestión de adaptarse, pero al ser de siliconas, se amoldan a la nariz. En internet hay patrones para saber cuál es el número que a uno le corresponde y así los puede comprar porque obviamente son personales y los clientes no se los pueden estar probando", declara.

En general, los interesados las compran para eventos importantes como matrimonios o bautizos, en donde van a ser varias veces fotografiados. No obstante, las mujeres adquieren los respingadores por vanidad. "Las mujeres llevan hartos para usarlos todos los días y sólo vuelven porque se les perdió uno y necesitan para mantener su nariz paradita. Pero aunque parezca extraño, los que más compran son los hombres", señala.

- ¿En serio?

- Sí, ellos son los que más los llevan porque dicen que los necesitan para respirar mejor... cuando los piden dicen que es para eso, para ver su tema de la respiración, pero quizás algunos lo hagan porque en verdad quieren tener la nariz respingada.

Daniel vende los respingadores en la misma peluquería y cada vez tiene que hacer pedidos más grandes a su distribuidora porque desde este 16 de mayo, fecha que se instaló, han sido furor en Viña del Mar.