Pitazo final y tras el penal, convertido por Arturo Vidal, Juan Antonio Pizzi levantó los brazos con sensación de alivio.

El técnico argentino, que sumó recién su segunda victoria, tras 6 compromisos al mando de Chile, no esbozó mayores meas culpas respecto al sufrido 2-1 de la Roja ante Bolivia.

De la jugada polémica del penal, en que el DT boliviano Julio César Baldivieso, declaró que "lo que ha pasado es una vergüenza, duele perder así"; Pizzi manifestó que no ha visto la jugada y "al margen de eso, los fallos arbitrales son fallos, algunos son a favor y otros en contra".

Con su estilo relajado y sin demasiados análisis, el "Macanudo", declaró que el rendimiento ante Bolivia se acerca a lo que busca en la Roja, puntualizando que "hicimos méritos para ganar con justicia. Por eso resalto la validez del triunfo. Fuimos claramente merecedores de ganar, tuvimos control, todo lo que tenemos para ganar. Y nos faltó ser precisos e intensos en la última instancia, haciendo hincapié en el primer tiempo".

"Llevo seis partidos y en la mayoría de ellos nosotros logramos mantener cosas buenas. Por este partido, tenemos margen para acercarnos a esas cosas buenas que mostramos en los otros encuentros. Estoy convencido que vamos a mejorar y eso nos va a permitir competir con los mejores".

La confianza de vidal

"Fue muy difícil, esta selección ha llegado a un nivel tan alto que todas le tienen miedo, todos se defienden contra nosotros y hacer el desgaste, no como era antes", comentó Arturo Vidal, tras el partido, en Canal 13.

Pese a que no encontraban el gol del triunfo, el mediocampista sentenció que "siempre tuvimos fe, siempre buscamos, siempre controlamos el partido, al final se te aprieta mucho el corazón, pero al final pudimos lograr el gol", apuntó Vidal quien reflexionó diciendo que "todos los partidos van a ser como este o más difícil, todos saben que jugamos muy bien y se meten atrás". Finalmente el goleador del partido señaló que espera que este resultado sea el inicio de algo bueno para la Roja.

"Con Messi, no vale..." o algo así se debe estar diciendo y comentando en Panamá, ya que desde que ingresó anoche el astro del Barcelona en el pleito disputado ante Argentina, que la "Albiceleste" aplastó a los dirigidos por Hernán Darío Gómez.

Un 5-0 quizás exagerado, pero que se justifica por la genialidad de Messi, quien ingresó en el minuto 61 de juego (reemplazó a Augusto Fernández) y se dio el lujo de marcarle tres tantos al golero panameño Penedo. El primero, ya con marca registrada, ingresando por el centro del área y definiendo bajo a un rincón. El segundo... fenomenal: un tiro libre ajustado y milimétrico, un golazo. Y el tercero, también ingresando por el centro del área con su definición baja acostumbrada. Los otros tantos de Otamendi y Agüero vinieron a completar un repertorio que asoma como demasiado expresivo para lo que se vio en cancha.

Dieron batalla

Los panameños -que serán los rivales de Chile, el próximo martes- se mostraron en su estilo, como un rival fuerte y que se jugó sus chances. Es cierto, cometen errores (como en la marcación del primer gol) y al final se derrumbaron en lo físico y anímico, pero se mostraron como un equipo compacto y que de seguro complicará a Chile en Filadelfia.

Para fortuna de los nuestros, Panamá tendrá 5 bajas como mínimo, el martes: Valentín Pimentel, lesionado de gravedad ayer, no estará. El expulsado Aníbal Godoy tampoco y por tarjetas amarillas quedarán fuera piezas claves como Baloy, Cooper y Blas Pérez.