Entre lágrimas y paraguas despidieron a la "Dama Blanca"
Zarpe de Buque Escuela Esmeralda dejó a niños llorando por sus papitos, pololos prometiéndose amor eterno y hasta una esposa que con cartel en mano reclamaba que no tenía Wifi.
Los familiares y amigos que llegaron hasta el Molo de Abrigo para despedirse de la dotación del Buque Escuela "Esmeralda", estaban con paraguas (porque a ratos lloviznaba fuerte) y con sentimientos encontrados. Por una parte, muy felices de que sus hijos, esposos y pololos pudieran cumplir sus metas en este 61° Crucero de Instrucción, pero por otro, muy tristes porque sabían que la travesía tiene una duración de siete meses.
Sin embargo, en las horas previas al zarpe, todos aprovecharon de regalonearse y fotografiarse. Como la limachina Maribel Martínez, que gritando "¡Cuídate mi pelaito', te amamos mucho!", inundaba de besos y abrazos a su hijo Arturo. "Es un honor, un privilegio y un orgullo que el niño haya cumplido sus metas y salga a recorrer otros países. Él se incentivó con su hermana porque el año pasado ella viajó en la Esmeralda. Siento mucha felicidad por los dos, así que lo vengo a despedir con cartelitos y su hermana que vino de Puerto Montt", manifestó desbordante de energía.
Su hija, Paula Carrasco, se reía de la emoción. "Soy Subteniente de Armada, de primer año y Jefe del departamento de Operaciones de la Capitanía de Puerto de Puerto Montt. Ahora estoy súper feliz porque al igual que yo, mi hermano cumplió las mismas metas y pasó por la escuela que es harto sacrificio y esfuerzo. Para nosotros la Esmeralda es un gran premio porque es una anécdota y una historia que uno va a contar una sola vez en la vida", declaró dichosa.
Su hermano, Arturo, apenas podía hablar. "Despedir a la familia da pena, pero también estoy contento porque vamos a conocer harto y compartir con oficiales de otros países. También aprender mucho y poner en práctica todo lo que aprendimos en la escuela. Yo, más que comprar cosas y recuerdos en los países, quiero compartir con mis compañeros, conocer y que forjemos la camaradería", expresó feliz.
Joven mapuche
Unos metros más allá, se encontraba Yenny Cabrapán, la joven mapuche que viajó desde Villarrica para ser parte de la "Dama Blanca". Entusiasta, comentó que era difícil dejar a su familia, pero que está expectante por todas las nuevas vivencias que va a tener.
"Voy a ampliar mi mundo y eso es maravilloso porque siempre quise ser parte de la Armada. Por mi etnia, no tengo por qué negarla, todo lo contrario, siempre he dicho que he estado orgullosa de ello, de ser mapuche. Ahora, por el hecho de ser mujer, aquí hay muchas cosas que son difíciles para nosotras pero siempre hay personas dispuestas a ayudarnos y a enseñarnos", apuntó.
La marinero primero de abastecimiento, sonríe y recuerda: "En una reunión que tuvimos con el Comandante del buque, él preguntó por las religiones y dijo: pónganse de pie todos los católicos y los evangélicos. Después, que lo hicieran los que tenían una religión diferente y fui la única que me paré. Él me miró y me preguntó si era atea, me reí y le dije que no, todo lo contrario, que quizás no era una religión, pero que mi creencia era la mapuche y ahí todos mis compañeros supieron. Todos se lo tomaron de buena forma y me hicieron muchas preguntas".
Hugo Cabrapán, su padre, la escucha embelesado. "Estoy muy contento de que mi hija haya logrado su objetivo de llegar a la Esmeralda y que pueda recorrer el mundo. También estoy orgulloso porque muchas veces hemos sido discriminados, pero los mapuches somos capaces de tener grandes logros", afirmó. Su esposa, Guacolda Quintulaf, destacó la garra de Yenny. "Yo estoy muy feliz por ella porque es muy luchadora y aperrada y se lo merece. Ella de chica fue muy sufrida porque para ir al colegio, de Primero a Sexto básico, caminaba varios kilómetros, lloviendo y a mitad de camino se cambiaba la ropa porque se mojaba. Desde entonces, todos los objetivos que se propone los cumple", aseguró tajante.
No obstante, el más inquieto era Nicolás González, pololo de la joven. "Yo igual estoy en la Armada como infante y la conocí el año pasado en la escuela porque ella me habló", sostiene. Yenny lo reta: 'Oye, no me eches al agua'. Nicolás se ríe y prosigue: "Bueno, entonces igual sabíamos que esto iba a llegar algún día, pero aquí estoy apoyándola no más, esperándola que llegue luego... si son siete meses"
Sin wifi
A su alrededor se aprecian varias postales. Familias que se abrazan, niños que en brazos no se quieren despegar de sus papás y novios que mirándose fijo a los ojos, se prometen que se van a escribir y whatsappear. En medio de ellos, resalta la viñamarina Scarlett Guiñez que se encuentra junto a sus tres hijas: Javiera, Antonella y Julieta. Con un corazón de cartulina que tiene escrita la palabra Wi-Fi, le hace varias señas a su marido que se acaba de embarcar en la Esmeralda.
"Lo que pasa es que yo tengo un plan de celular sin internet y mi esposo tenía que hacerlo, pero como antes de irse tenía que hacer hartos trámites, fue delegando mi situación y finalmente ahí quedé pendiente", explica mientras sigue mostrándole el corazón a su esposo.
Javiera, la hija mayor, muestra otro corazón más y dice que pese a que dejó a la mamá "sin Wifi" lo van a extrañar igual. "Lo voy a extrañar mucho porque me va a hacer mucha falta. Es muy especial para mi. Igual estoy contenta porque le gusta y creo que es uno de sus últimos viajes cumpliendo su carrera", aseveró.
La más triste era la pequeña Julieta que no dejaba de llorar en los brazos de su mamá. "Tiene siete años y es primera vez que ve que el papá se le va embarcado. Bueno, es una experiencia, pero estaremos en contacto sin Wifi igual", declaró Scarlett, la mujer del Suboficial Pinilla.
La dotación del buque para este viaje está integrada por 298 marinos, de los cuales 22 son mujeres, destacando 22 Oficiales, 97 Guardiamarinas, 142 Gente de Mar y 37 Marineros en Instrucción. A ello se suman 19 invitados de marinas extranjeras, entre ellos, 5 de Uruguay que realizarán su instrucción a bordo, debido a que su buque escuela "Capitán Miranda" está siendo sometido a mejoras. Además se embarcan en este crucero Oficiales de Ejército, Fuerza Aérea y de Carabineros de Chile.
Según su itinerario, la "Dama Blanca" permanecerá durante 211 días fuera de su puerto base y volverá a Valparaíso el 8 de enero de 2017 tras visitar los puertos de Isla de Pascua, Hawai (Estados Unidos), Tokio (Japón), Busan (Corea del Sur), Shangai (China), Bali (Indonesia), Sydney (Australia), Auckland (Nueva Zelandia) y Papeete (Francia).
Su zarpe, como siempre, fue alrededor del mediodía, al son de la canción del Adiós y, los reclamos hacia las personas que no bajaban los paraguas para mirar.