Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso

La mayoría de los electores de Valparaíso optaron por salir tarde de la cama para ejercer su sufragio, esa fue la tónica. Sin embargo, para los aspirantes al sillón alcaldicio que ayer midieron fuerzas, esa no fue opción. Salvo Leopoldo Méndez, los restantes dos candidatos ya habían emitido su voto antes del mediodía.

El más madrugador fue Omar Jara, que pasadas las 10:30 de la mañana llegó hasta la Escuela Naciones Unidas de Playa Ancha, acompañado de su esposa y algunos adherentes.

El político que inauguró el desfile de candidatos en los locales de votación se mostró optimista con los resultados que sólo se conocerían pasadas las seis de la tarde.

Junto con asumir la crisis de participación que hoy existe, aseguró que en su campaña se hizo cargo de este descontento, de ahí su seguridad de cara a los escrutinios. "Hemos hecho una campaña honesta, responsable (...) sobre la base de tener propuestas concretas, reales y posibles de realizar en Valparaíso", manifestó.

Su contendor más mediático y con quien en las últimas semanas tuvo varios intercambios de palabras, Leopoldo Méndez, fue el único de los candidatos que votó pasado el mediodía en el Liceo de Niñas María Franck de Mac Dougall, en Av. Argentina.

Su presencia no pasó desapercibida y era esperada por todos los medios. "Personalmente estoy muy tranquilo, lo único que precoupa es que si llegamos al término de este día y la gente no se ha levantado es grave, porque si no van a votar los mismos de siempre", indicó Mendez al tiempo que planteó que la gente está cansada y tiene rabia con los políticos.

Antes de él, Roberto Aravena, quizás el candidato con más bajo perfil pero activo dirigente provincial de la CUT, mostró el mismo optimismo de sus contendores, pero fue aún más crítico con el modo de actuar de los políticos.

"Hay desconfianza en la actividad política. Para ello debemos tenemos tener una actitud honesta y dar garantías de probidad.Eso hemos transmitido durante la campaña y hemos sido bien escuchados, así que vamos a tener un apoyo importante", dijo tras emitir su voto en la Escuela Blas Cuevas Ramón Allende de cerro Cordillera.

Fue la tónica de la jornada. La baja concurrencia y el lento avance de un proceso que se previó tendría una escasa participación. Por eso los precandidatos para arrebatarle en las elecciones municipales el sillón municipal a la actual alcaldesa Virginia Reginato (UDI) - quien ha permanecido en el cargo por 12 años consecutivos - no desconocieron la realidad, formulando llamados a los electores a concurrir a las urnas.

Confiados

El primero en votar fue Andrés Silva, precandidato a alcalde del PS, quien llegó a las 9.30 horas de la mañana hasta la Escuela Básica Santa Julia.

Una vez que salió de la cámara secreta y depositó su voto en la urna, se mostró sonriente y confiado en que los viñamarinos apoyarían su candidatura a pesar de la baja convocatoria.

"Si bien el proceso previo de las Primarias no estuvo exento de problemas, estamos haciendo un esfuerzo por convocar a las personas para que decidan quién es la mejor carta para ser el candidato en octubre próximo. Uno siempre está optimista y esperamos que el mensaje que hemos querido entregar, en este breve periodo de campaña, haya podido calar hondo en las viñamarinas y viñamarinos", afirmó Silva quien en medio del ajetreo, se dio tiempo para almorzar con sus niños y celebrar con ellos el día del padre.

René Lues, precandidato de la Democracia Cristiana, llegó hasta el Liceo Vicuña Mackenna de Recreo muy apoyado y entre aplausos de sus adherentes.

"Estoy contento porque hemos hecho un trabajo grandote estos años y esperamos que esto se vea reflejado en el resultado final (...) Luego de almorzar con mi padre, seguramente nos vamos a trasladar al Hotel Queen Royal para esperar los resultados. Porque tenemos pensado celebrar en el centro de Viña con la gente", dijo Lues.

Ambos precandidatos coincidieron en que a futuro pueda reestablecerse la obligatoriedad del voto.