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Ahorro de plata y tiempo tendrán en Quilpué con modalidad bus+metro

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Feliz estaba ayer Soledad Valencia con el anuncio de que a partir del viernes 1 de julio comenzará a operar en la comuna de Quilpué la modalidad bus+metro, lo que traerá un importante ahorro de dinero y tiempo para los usuarios del Metro Valparaíso.

La medida fue anunciada en la estación Quilpué por la gerenta de Merval, Marisa Kausel; el alcalde Mauricio Viñambres y el seremi de Transportes, Mauricio Candia.

"Tenemos lista para entrar en operación a partir del 1 de julio, la combinación bus+metro con la línea 122 de Fenur. Esta es una de las integraciones más que queremos implementar como Metro Valparaíso con el apoyo que hemos tenido con las autoridades de Transporte y del municipio de Quilpué", precisó la ejecutiva de Metro Valparaíso.

Se trata de la línea 122, con un recorrido modificado que permitirá a usuarios de zonas como Los Pinos - con cerca de 10 mil potenciales usuarios -llegar hasta la Estación Quilpué para conectar con metro. Una de las principales novedades es que los buses contarán con validadores para utilizar la tarjeta Metroval como medio de pago.

Marisa Kausel destacó el ahorro de dinero y tiempo que representará la implementación de esta modalidad, con un ahorro por viaje de 270 pesos y de media hora. "La gente podrá ahorrarse en promedio 11 mil pesos mensuales y 20 horas de viaje al mes", destacó la ejecutiva.

La buena nueva fue bien recibida por el alcalde Mauricio Viñambres quien recordó que hace 6 meses han venido trabajando con Merval y el seremi de Transportes.

"Partimos con el sector de Los Pinos, Alto Manquehue, Colinas de Oro, toda esa zona que es importante, lugares con un alto porcentaje de población", detalló el edil quien añadió que el recorrido de la línea 22 también podrá conectar con el sector norte de la comuna.

El jefe comunal se anticipó a las críticas señalando que existirá una marcha blanca de 3 meses para ir evaluando cómo opera el sistema.

"Esto es una partida, hay que tomarlo positivamente, estoy muy contento porque lo esperábamos y hoy es una realidad", precisó el alcalde. Viñambres confirmó además que han existido importantes avances en torno a la futura habilitación de la estación Valencia, esperándose que de aquí a fin de año o del próximo esté el diseño de ingeniería restando definir el financiamiento.

'Efecto rebote' dejó un Van Buren abarrotado

Esperas de 8 horas por paro en el Fricke e inicio de la temporada de invierno.
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Matías Valenzuela

La posta del hospital Carlos Van Buren de Valparaíso suele mostrar una sala repleta de pacientes esperando su atención pero el día de ayer, la situación se vio más lenta aún, con esperas de hasta ocho horas para ser atendidos.

Desde temprano, la sala de emergencias del hospital porteño recibió a decena de personas que, acompañados de sus familiares, llenaron las dependencias de la posta retrasando el servicio. A medida que el día avanzaba, la cantidad de gente no cesaba y los tiempos de espera se seguían estirando. Alrededor de las 17.00 horas, por el altavoz del recinto se anunciaba que los tiempos de esperas de los recién llegados se extendería entre seis y ocho horas, desatando la ira de algunas personas, como el caso de Úrsula Tapia, quien llegó acompañando a su hija Carolay, quien no daba más con sus dolores abdominales y vómitos. "Llevamos dos horas acá y todavía no atienden, parece que esperan que uno se muera para poder llamarlo", señaló.

Un caso particularmente difícil fue el de Rosa Vergara, quien llegó en la mañana al Gustavo Fricke de Viña del Mar, y al ver que no la podían atender porque el paro de los funcionarios colapsó la atención, se dirigió al hospital de Concón, pero tampoco pudo ser atendida porque no contaban con el laboratorio para realizar el examen que necesita, así que se vino al Van Buren. "Me dijeron que había una diferencia de ocho horas para atender, eso si es que no llega antes alguien con más prioridad", manifestó la mujer de 55 años que esperaba su atención parada.

Un día agitado

Desde el hospital, Hans Acosta, jefe de comunicaciones del recinto hospitalario reconocieron que hubo esperas de hasta ocho horas en la atención, pero descartaron que se trate de un colapso sino que responde a la contingencia de la temporada pues, acaba de comenzar el invierno y las emergencias por enfermedades respiratorias suelen aglutinarse en la sala de emergencias del hospital porteño. Asimismo señalaron que las 18 camas con las que cuentan no son suficientes para recibir a los más de 50 pacientes que llegaron y el día de ayer fue particularmente difícil pues llegaron varias personas e incluso hubo dos emergencias por paros cardiorespiratorios, que son pacientes a los que se debe atender con mayor prioridad por su riesgo vital.

Acosta señaló que "se hacen todos los esfuerzos necesarios" y este tipo de situaciones se podrán normalizar cuando se terminen los trabajos de construcción de la sala donde se ubicarán cuarenta camas.