Trotamuros, expandiendo el arte del mosaico
Recuperan espacios públicos y logran que sitios abandonados cobren vida a través de coloridas figuras hechas con cerámicas.
Francisco Pietrantoni R.
Cambió la ingeniería mecánica y la capital por el arte del mosaico. A pesar de que no fue una tarea fácil y su familia no estuvo muy de acuerdo, la pasión por dedicarse a esta disciplina fue más fuerte, además del amor por una destacada ceramista que lo encantó, y no le quedó otra que venirse a Viña del Mar hace ocho años. Es la historia de Cristian Lueiza, quien reconoce que pese a las dificultades que tuvo que pasar no se arrepiente por el cambio de vida que asumió.
"Me enseñó mi actual pareja, si bien estudié ingeniería mecánica en Santiago nunca estuve contento con esa carrera, hice muchas cosas; talleres de cosmética, tengo una maestría de reiki y otros cursos más, pero nunca me sentí completo. Todo cambió cuando conocí a Ximena, y bueno, me enamoré y me fasciné con el mosaico, me vine a vivir a Viña del Mar y bueno, trabajamos juntos en nuestro taller. Ella en el área formativa y yo en proyectos, nos complementamos muy bien, más aún que compartimos el arte de trabajar en cerámica".
Ha intervenido diversos lugares, entre los que destacan el Liceo Técnico de Valparaíso, La plaza de los Sueños en calle Colón, plaza de la Conquista en el cerro Placeres, Caleta de San Pedro de Concón y diversos murales en los cerros afectados por el megaincendio de Valparaíso. Dichos proyectos los ha llevado a cabo con un colectivo artístico que se formó con artistas de la zona. "Somos 'Trotamuros', lo conformamos personas de diferentes edades, tenemos exponentes desde los 23 hasta los 76 años, ha sido súper interesante la experiencia y lo que ha pasado con este grupo, porque somos súper unidos, postulamos a proyectos y plasmamos nuestro arte en distintos espacios. Lo que rescato de Trotamuros es que los egos quedan a un lado, todos colaboramos, si bien existe un coordinador de proyecto, nuestro aporte es transversal, por lo mismo ha funcionado y queremos seguir aportando. No es fácil encontrar un grupo unido en el mundo del arte, porque muchas veces los egos no permiten avanzar", destacó Lueiza.
Frente a la realización de proyectos en otras zonas de la región, Cristian hace énfasis en que "estamos constantemente revisando proyectos en mercado público y haciendo cotizaciones, no es fácil, pero siempre buscamos oportunidades y estamos en reuniones. Muchos finalmente escogen murales pintados, básicamente porque cuestan un tercio de lo que vale un mosaico, en donde la cerámica encarece los costos. Tenemos uno proyecto elaborado para La Calera y estamos esperando que una junta de vecinos, a través del Programa Quiero Mi Barrio, obtenga fondos y así concretar lo que tenemos proyectado para la comunidad".
Anti rayados
En Valparaíso y en otras zonas de la región los edificios patrimoniales se han visto afectados por los típicos rayados, por lo que los dueños o el municipio que corresponda deben pintar constantemente. Ante esto el artista comenta que el mosaico es una solución para dicha problemática, "si bien es cierto no es barato trabajar en cerámica, a largo plazo se ahorra, ya que cuando rayan en cerámica sólo basta pasar un paño con agua o algún producto de limpieza y así se evita volver a pintar y realizar todo el gasto que implica", expresó.