Epitafio
Será por la muerte cercana, inexorable o por mi interés en la etimología de las palabras, es que me detuve en "Epitafio", de los griegos: sobre la tumba, quienes eran muy aficionados a que se esculpiera un pensamiento propio para lectura de los que visitaran su tumba. Debió ser ameno por lo filosófico y a veces humorístico recorrer las calles del panteón y reflexionar leyéndolos, con los cuales se podía psicoanalizar "post mortem" al que yacía en la sepultura. Aún se encuentran en antiguos cementerios epitafios de diversa índole, que incluyen creencias religiosas, experiencias de vida, y recuerdos de deudos. Las nuevas necrópolis ya no permiten mausoleos o construcciones sobre la tumba y por ende no hay epitafios, y los visitantes las pisan irrespetuosamente, ya que solo las identifica una pequeña lápida, todo quizás por economía de los medios, uniformidad o igualdad en la muerte. Se ha perdido el arte en los cementerios. ¿Dónde haré poner mi epitafio: "Y tanto que quedó por hacer"?
Marcos Concha Valencia