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Imprentas pierden a sus clientes "top"

Ante el fin de la facturación en papel, lamentan la pérdida del grueso de su público.
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Matias Valenzuela

Mientras los comerciantes y contribuyentes están absortos en papeleos y trámites online para poder cumplir con la ley que los obliga a abandonar la factura impresa, hay un gremio que es el que más está sufriendo con la implementación del nuevo sistema: las imprentas.

En Valparaíso hay varias que enfocaron su negocio casi exclusivamente a la impresión de boletas y facturas, razón por la cual este nuevo mandato supone quitarles gran parte de su fuente de ingresos.

Pérdidas

En el sector de la plaza Aníbal Pinto, se alojan varios de este tipo de negocios, donde dicen sentirse muy afectados en los últimos meses.

Desde "1177 Express", Cristián Moreno, con nueve años en el rubro, lamenta la situación actual pues en el último tiempo ha perdido a varios clientes.

"La gran mayoría de mis clientes imprimen facturas y boletas así que con esto hemos perdido harto. Empezamos a perder clientes hace como dos años y ahora los últimos días van a ser peor, porque la idea del sistema es que los perdamos todos", señala.

Respecto de la crisis del rubro, Cristián explica que esto viene acentuar una caída que se viene manifestando hace ya un buen tiempo. "Ya han desaparecido muchas imprentas porque desde hace un año y medio han muerto las que están en los cerros. Nosotros tenemos la suerte de estar acá en el centro", indica.

Abriendo el mercado

Para hacer frente a esta crisis, son varias las imprentas que han abierto sus opciones. Cristián cuenta que han redirigido el negocio a lo que es el diseño gráfico y las tarjetas de presentación.

Desde la vereda del frente, José Moreno es dueño de "Protoner" y explica que él ya había previsto que iba a suceder esto, así que se preocupó de buscar más opciones comerciales. "Era obvio que iba a pasar esto con el avance de las tecnologías, así que yo empecé con el tema de las tintas como algo fuerte hace un tiempo, pero igual se va a perder harto con esto", señala el porteño desde su tienda, hojeando las últimas facturas que podrá entregar.