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El comediante que quiere conquistar Viña

Oriundo de Gómez Carreño, Pancho Star cree ya es tiempo de subirse al escenario más importante del país... pero desea partir con el Festival del Huaso de Olmué.
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Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

Veinte años han pasado desde que un inquieto estudiante de enseñanza media del Liceo Hispanoaméricano de Reñaca Alto, llegó por azar a animar el acto conmemorativo de Fiestas Patrias del establecimiento, después de que el director viera su simpatía y rapidez para lanzar bromas.

Hoy, ese mismo joven es Pancho Star, el comediante tras Francisco Aguilar, un viñamarino que se crió jugando en las calles de tierra de Gómez Carreño.

Con la sonrisa a flor de labios, Star recuerda perfecto ese día, el que sería el inicio de una larga carrera para ese joven "pelusón", como el mismo se recuerda. "El profesor me dijo: te gustaría animar. Claro, dije altiro que sí, y le pregunté si podía hacerlo como Che Copete. Aceptó, pero me dijo que sin garabatos", comenta.

De esta manera nació su primer personaje, el que un año más tarde lo llevaría a tener sus primeras presentaciones fuera de la ciudad: Che Sorbete. "Era el hijo perdido de Che Copete , no podía ser el doble porque era chico, así que quedé como el hijo", recuerda Pancho. Entonces, ya trabajaba con su inseparable libretista y amigo, Sergio Sánchez.

"Soy charquicán"

Cuando niño, no había quien apartara a Pancho del televisor mientras estaba al aire "Jappening con Ja". Le gustaba ver los sketch y el humor elaborado de la mano de Jorge Pedreros. Le impactaba ver cómo personajes desde un set de televisión podían sacar carcajadas a tanta gente.

El grupo de comediantes sería la primera influencia de Pancho, luego vendría el propio Che Copete, Coco Legrand (a quien considera el padre del stand - up comedy), Dinamita Show, Pato de Los Atletas de La Risa y hasta Condorito.

De cada uno de ellos tomó lo que más le atrajo de su humor y lo metío en una "juguera creativa" para armar su personaje. "Yo soy un charquicán,tengo de todo: stand up comedy, el clasico chiste y la comedia, actuo también. Yo hago de todo y hasta animo", aprovecha de pasar el dato.

Pancho Star, que usa ese nombre por "Star sin plata, Star sin casa, Star sin niuno... como a todo chileno medio le ha pasado", comenta que su abanico de armas para hacer reir es bastante amplio.

Es un comediante versátil, cuyo humor abarca desde el stand up comedy, pasando por el chiste corto, la contingencia, hasta hacer sketchs y personajes.

Mientras habla sobre sus múltiples facetas como comediante, Pancho se mueve constantemente y agita sus manos, como si estuviese sobre un escenario. Es inquieto, y eso se nota también en su capacidad creadora para experimentar en áreas poco exploradas por sus compañeros en al arte de hacer reir, como usar a personajes insignes de la historia chilena.

Su exclusiva creación que, aparte de Che Sorbete es su personaje más querido, es el libertador Bernardo O'Higgins, que nació en el Museo Naval de Valparaíso. Una mezcla de enseñanza, actuación y comedia, como muestra de lo camaleónico que es y recordando los años en que su capacidad actoral explotó de la mano de la productora de eventos "Buffon", que fundó precisamente junto a su amigo Sergio Sánchez.

"Si tuviese que escoger un personaje único para hacer sería O'Higgins (...) Es un personaje donde sí se puede sacar humor, con lo que representaba. Imagínate, que se supone era el padre de la Patria y con cuea sale en una moneda de 5 pesos. Me gusta por el colorido que tiene, súper chileno.", comenta Star.

Desde las alturas

Este hombre criado en Gómez Carreño es un símbolo del humor de los cerros viñamarinos por su "chispeza", por eso, aunque ha paseado su humor por distintos lugares de Chile, siempre vuelve a las alturas de la Ciudad Jardín.

Aquí es donde sus rutinas se revitalizan, con el juicio de los que vieron sus primeros pasos en el difícil oficio de sacar carcajadas. Por eso, los cerros de Viñadel Mar son su mejor aplausómetro y en eventos a beneficio explota su versatilidad. Star se siente orgulloso de esa especial conexión y, sacando pecho, dice que "voy a ayudar a mi gente. Ahí inicié mi carrera y no me puedo olvidar de eso".

Admira la fuerza y el espíritu de lucha de sus coterráneos, que ven desde lo alto cómo el desarrollo explosivo de una ciudad turística los dejó de lado. "Siempre la gente de Viña está luchando. (...) Lo que se muestra en la tele es una cosa y la realidad es otra, y en esa realidad se hacen bingos, completadas. Es porque el caballero tiene cáncer o la señora va a perder un dedo, cualquier cosa. Siempre se puede ayudar", señala.

Del cerro a la tv

Por empeño y talento Pancho no se queda, compatibilizando sus shows en los cerros de Viña del Mar y en empresas, principalmente mineras, ha estado en varios programas de televisión.

Desde que debutó el 2008 en Gigantes Con Vivi, ha estado en Talento Chileno (Chilevisión), Sin Vergüenza (Chilevisión), Coliseo Romano (Mega), Cada día mejor (La Red) y Morandé con Compañía (Mega).

Aunque en todas estas incursiones ha compartido con grandes humoristas, que incluso le han entregado una buena crítica, fue en el programa conducido por Alfredo Lamadrid donde tuvo su escuela en el humor televisado.

Aquí, uno de los momentos que jamás olvidará fue cuando conoció a Adriano Castillo, el "Compadre Moncho" y a Beatriz Alegret. A ellos no duda en catalogarlos como "dos monstruos de la revista", dejando al descubierto su admiración por el humor revisteril.

Sobre la experiencia en al canal de Quilín, destaca que, "íbamos a aprender, fui a eso. Empecé a soltarme más e iba a la television con más confianza después".

Por la Quinta

El cúmulo de experiencia que tiene a su haber y los años de escenario en los cerros , le dan la seguridad de que puede ir por más y conquistar el escenario más grande de Chile, el que vio de cerca en su niñez: el Festival de Viña del Mar. Pero antes, quiere partir por Olmué: "Quiero luchar por un espacio en el Festival del Huaso, esa es mi meta ahora. Creo que con mi equipo de trabajo nos merecemos estar ahí. Ese es el objetivo de este año... y si nos va bien, de ahí altiro a Viña no' más", comenta entre risas.

Y, ¿qué le puede ofrecer Pancho al público del festival? La respuesta de Star es inmediata: "Humor y risas seguras, diversión, el hueveo, el chileno está buscando eso. También la chispeza y contingencia habladas de buena manera". Asimismo, agrega que ningún tema está vetado, ya que "se tocan igual, con respeto. Se toca de todo un poquito y los políticos, obvio, porque dan material todos los días".

Natalia, la mejor

Como aspirante a subirse sobre el escenario de la Quinta, Pancho tiene clara su opinión sobre el humor que ha estado últimamente en el certamen. Aunque han destacado algunos comediantes y humoristas, cree que ha sido más bien pobre, pero hay alguien que sí encandiló a Star en el último festival: Natalia Valdebenito.

Mientras observa su querida Viña del Mar desde las alturas, el comediante sólo tiene buenas palabras para la ex Cabra Chica Gritona. Reconoce que la también actriz es una tipa "chora", y que esa fue una de las claves de su éxito arrollador. "Fue la mejor, al grano, entretenida. Porque vas a ver un humorista para entretenerte, no para que te ponga tenso todo el rato, como pasó con Meruane, por ejemplo", reflexiona.

Asimismo, a esa choreza que le adjudica a Valdebenito, le otorga el valor agregado de que no haya sido un hombre- como ocurre generalmente- el que haya brillado en el humor. Por eso cree que un espectáculo como ese es difícil, pero no imposible, que se vuelva a dar, ya que "la Natalia fue diferente. Además, hay que agradecer que una mujer se suba al escenario, porque también tienen cosas que decir. Es bueno tener el otro lado".

¿Y los demás? Ante esta interrogante, Star no le hace el quite a la respuesta y arremete con sinceridad: "Edo Caroe fue muy al hueso, yo lo conozco, es bueno y entretenido, pero fue muy al choque, no es necesario. González, estuvo entretenido, piola. Meruane, nada que comentar. Los Locos del Humor, bien porque son callejeros, más del pueblo, la tónica diferente", analiza.

Pero, es contra Pedro Ruminot que descarga toda su artillería. Sobre él sostiene que, "se cayó porque fue agresivo y mostraba todo el rato a su polola y decía: me la culié. Eso no es necesario. Al final se notó el desagrado y lo pifiaron".

Star analiza cada detalle, no sólo del humor nacional, sino que también de sus propias rutinas. Lo hace a cada instante, porque respira y vive del hacer reír. Cuando va a su barrio, a los cerros, con sus amigos o cuando va a la panadería de su papá y saca un pan, como cuando era un niño travieso.

Sus padres, su hijo, su familia, son sus principales fanáticos. Por ellos continúa, y a pesar de la mala suerte que en ocasiones siente que lo ha perseguido, sigue con su sonrisa a flor de piel.