Matias Valenzuela
Luego de dos días del fatal ataque en Alemania en que un sujeto asesinó a nueve personas con un arma de fuego, van surgiendo nuevas pistas sobre el autor del sanguinario crimen y su motivación.
Se trataba de David Ali Sonboly, un joven de 18 años, quien preparó el ataque "durante un año", como indicó ayer la policía alemana. El autor de la matanza, de doble nacionalidad alemana e iraní, había tendido una trampa a sus víctimas a través de Facebook, siguiendo una trama que "preparó durante un año", señaló el jefe de la policía de la región de Baviera, Robert Heimberger, en una conferencia de prensa. Asimismo, se informó que David S. estaba en tratamiento psiquiátrico por ansiedad y depresión, y tenía medicamentos en casa, aunque no se sabe si los estaba tomando. En tanto, la Fiscalía germana dejó claro que no había ninguna motivación política tras el ataque y que el tirador no eligió a sus víctimas por nacionalidad o algún otro motivo. "Aquí no hay nada contra los extranjeros", contrariamente a lo que habían afirmado algunos medios de comunicación a causa del origen extranjero de numerosas de las víctimas", declaró el fiscal de la ciudad, Thomas Steinkraus-Koch. Sin embargo, lo que sí está claro es que el joven había recopilado documentación sobre otras matanzas e incluso había llegado a visitar la localidad de Winnenden, donde un adolescente de 17 años asesinó en 2009 a 15 personas de su antiguo colegio. En este sentido, el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, confirmó en declaraciones a la emisora regional BR la obsesión del joven germano-iraní "desde hace mucho tiempo" con este tipo de matanzas sangrientas, como la protagonizada también por el noruego Anders Behring Breivik. Hace un año o dos, explicó, visitó Winnenden, donde en 2009 el joven Tim Kretschmer irrumpió armado en su antiguo colegio para empezar una matanza que le costó la vida a 15 personas. Kretschmer acabó suicidándose acorralado por la policía, tras una huida de 40 kilómetros, vestido con un uniforme paramilitar y armado con la pistola Beretta con la que había asesinado a sangre fría a nueve estudiantes y seis profesores.
El autor del tiroteo del viernes en Munich había bajado también de Internet textos de Breivik, el ultraderechista noruego que hace justo cinco años cometió un doble atentado en Oslo y en la vecina isla de Utøya y mató a 77 personas.
LA TRAMPA
El plan del joven homicida incluyó un hackeo de una cuenta de Facebook que usó para publicar una falsa convocatoria a un local de comida rápida, donde aseguró habría grandes descuentos para quien asistiera. Con esta trampa, fue que el autor de la matanza logró atraer a sus víctimas a un espacio físico determinado, y posteriormente cometió la masacre.