Priscilla Barrera Ll.

Eran pasadas las 20 horas de este lunes cuando Rosalía sintió ruido en el primer piso de su casa ubicada en la calle Litorina en Jardín del Mar. Bajó a ver qué pasaba y se percató que tres sujetos se encontraban en el jardín. Antes que alcanzara a reaccionar, los tres jóvenes, como los describiría más tarde, ya estaban dentro de su casa y amenazándola con un arma blanca le exigieron oro, dinero y joyas.

La mujer admite que reaccionó tranquila a pesar de la violencia de la situación que enfrentaba. Nunca gritó ni reaccionó de manera histérica, aunque les advirtió a sus agresores que no tenía nada de lo que le exigían.

"Afortunadamente yo soy bastante tranquila, no reacciono de manera histérica y les digo 'saben qué se equivocaron de casa porque no tengo nada, no tengo dinero, no tengo oro ni joyas, tengo en una chauchera que está ahí 3 mil pesos que es todo lo que tengo'. Parece que eso los descolocó y los puso nerviosos", comentó ayer la afectada.

Le cubrieron la cabeza

Tras su advertencia, los sujetos la trasladaron al segundo piso, la sentaron en un sillón y le cubrieron la cabeza con una funda.

"Sentía que abrían cajones, dejaron un desorden enorme. Después bajaron. Al final lo que se llevaron fue un celular que estaba en el piso de abajo, se llevaron un calendario de madera muy lindo con un reloj, pudiendo haberse llevado muchas más cosas se llevaron muy pocas, creo que se pusieron muy nerviosos (...) Se cubrían la cara con esas capuchas del polerón, no deben haber tenido más de 18 años, eran unos niños", se lamentó la mujer.

Tras permanecer por unos 10 minutos de acuerdo al cálculo de Rosalía, los juveniles delincuentes huyeron a bordo de un automóvil que los esperaba al frente de la casa y con el motor encendido.

"Hay presencia policial en el sector, carabineros andan patrullando pero hay que tomar medidas, tendré que poner rejas en las ventanas. La sensación es muy desagradable, de una enorme vulnerabilidad", afirmó la afectada.

Contra los jueces

Lamentablemente no es la primera vez que un robo de estas características afecta a este barrio de Reñaca, situación que a juicio de la directora de seguridad ciudadana de Jardín del Mar, Rosario Pérez, pone de manifiesto que la delincuencia está desbordada y no sólo afecta a barrios de determinado estrato social, sino que a todos por igual.

"Aquí no se trata de barrios pitucos o populares, esto está afectando a todos, a Recreo, a Nueva Aurora, a Santa Julia (...) Carabineros está haciendo la pega, tenemos un apoyo súper importante del teniente Gutiérrez de la Tenencia de Reñaca (...)La comunidad se ha organizado, la municipalidad hace lo suyo en lo que respecta a seguridad ciudadana pero hay que reforzar más, todo se hace poco, creo que aquí lo que está fallando son los jueces, no es posible lo que está pasando. Porque aquí ya no hay puerta giratoria, porque la puerta giratoria ya se la robaron, los jueces no están haciendo la pega", cuestionó la dirigente.

Y así como en Jardín del Mar son los robos, los vecinos que residen en Santa Julia también deben lidiar a diario con este delito, motivado, según advierten, por el narcotráfico que se ha apoderado del barrio. Los vecinos organizados protestaron el lunes por tercera vez en lo que va de este año, situación que motivó que las autoridades comprometieran un plan de acción de seguridad para este sector. "A partir de esta reunión se comenzó a desarrollar un plan de acción estratégico que permita disminuir los hechos delictuales denunciados por los vecinos. Para ello, también asistieron Carabineros y la PDI, con quienes se comenzó a planificar un trabajo en conjunto de fortalecimiento de la acción policial", dijo el gobernador de Valparaíso, Jorge Dip.