Secciones

La artesana que se vio obligada a importar

Una comerciante de Concón tuvo que comprar artículos hechos afuera para salir adelante. Acusa que en Chile no se valora el arte nacional.
E-mail Compartir

Miguel Yáñez Hernández

Rosa Betancourt Arredondo es artesana y suma más de 25 años de trayectoria en rubro. Posee un puesto en una feria alrededor de la playa La Boca de Concón, pero curiosamente no vende artículos fabricados por ella, sino más bien importados desde China.

Esta situación se vio forzada debido a que las manualidades que ella confeccionaba no se compraban como ella quería. En el lugar, está instalada hace cuatro años y en sus comienzos debió vender sus pinturas, pinceles y materiales para salir adelante, ya que su trabajo no era valorado. Ese mal momento lo enfrentó como entereza y depresión por tener que desligarse de los objetos que le permiten hacer lo que más le gusta. "Eso es culpa de la gente que arma las ferias, porque si la denominan artesanal, todos los productos debiesen ser hecho a mano, pero nada de eso se ve", relata.

La especialidad de Rosa son el decoupage, la pintura en madera, ziña y bizcochos, también confecciona trípticos y monitos a crochet, pero siempre está aprendiendo nuevas técnicas para desarrollar. Le fascinan las técnicas antiguas como el betún de judea y los craquelados. En paralelo a su negocio, traspasa sus amplios conocimientos de forma particular a alumnas de diversas edades, con clases personalizadas.

Actualmente dispone de dos o tres aprendices, pero a lo largo de sus años contabiliza un gran número. Eso le permite explotar con todo su talento. "Es al revés, ellas me motivan para que les enseñé todo lo que sé", afirma.

En un container nos muestra una serie de cobertores de jarros, que no se vendieron en su totalidad, fabricados por ella misma con una malla que adquirió en su estadía por Brasil más algunas perlas de colores. Rosa aprendió lo que hoy enseña a nuevas generaciones, tomando clases con los mejores profesores en diversos áreas.

NO SE MUEVE

A pesar de todo, está convencida de quedarse en Concón, ya que un traslado le significaría una mayor inversión y competencia. Le apasiona lo que hace y está convencida que como país estamos bastante lejos en materia cultural. "La gente aquí tiene un concepto errado de la artesanía y creen que todo es reciclado (...) Prefieren lo que viene de afuera", finaliza. Recorriendo el lugar se confirma que la mayoría de lo que allí se ofrece es manufacturado en el extranjero, un panorama contradictorio, considerando que Concón es un lugar turístico.

Pantalla grande

E-mail Compartir

por Álvaro Inostroza Bidart

Neruda

No es fácil identificarse con el personaje de Neruda que nos muestra el director Pablo Larraín en la cinta del mismo nombre. Esto porque el cineasta lo desmitifica y lo humaniza desde el primer momento, mostrándolo con todos sus rasgos, que lo hacen, querámoslo o no, un referente fundamental de la historia cultural y política de Chile del siglo XX.

"Neruda" (2016) es el sexto largometraje de Pablo Larraín y el más ambicioso de ellos, ya que retratando a Neruda retrata también a la idiosincrasia nacional. Sus filmes anteriores más destacados fueron "Tony Manero" (2008), "Post Mortem" (2010), "No" (2012) y "El Club" (2015), que lo convierten en uno de los cineastas chilenos más interesantes, ya que sus cintas tiene claramente preocupaciones que superan lo estético y se adentran en la búsqueda de la identidad nacional.

Larraín opta acertadamente por mostrar a Neruda (Luis Gnecco) a través de un episodio fundamental no sólo de su historia personal, sino de la historia del país: cuando el Presidente Gabriel González Videla (Alfredo Castro) promulgó la "Ley Maldita", que deja fuera de la legalidad a los comunistas, los mismos que lo habían ayudado a elegirse, teniendo al poeta y senador entre sus militantes más conocidos, incluso internacionalmente.

Esto lo obliga a pasar a la clandestinidad, a huir por diversas ciudades de Chile y luego partir hacia Argentina por tierra. Aquí, tiene un rol clave el inspector de la Policía de Investigaciones Oscar Peluchonneau (Gael García Bernal), personaje entre real y de ficción, que se supone tuvo a su cargo la persecución de Neruda. Este policía, que también hace de narrador, va adquiriendo con el paso de las escenas, una densidad de personaje literario, tanto que finalmente no se sabe si lo inventó el propio vate o fue real.

Otro recurso acertado es que los diálogos que sostienen Neruda, ya sea con Delia del Carril (Mercedes Morán), con Víctor Pey (Pablo Derqui), con Jorge Bellet (Alejandro Goic) o Jorge Alessandri (Jaime Vadell) tiene continuidad, a pesar de que cambien de escenario, lo que produce un efecto de gran dinamismo a las conversaciones y genera un ambiente mágico y literario.

La cinta da cuenta de una visión caleidoscópica de Neruda. Así como aparece el poeta político y romántico, también el mujeriego y putero; el que tenía un gran ego, pero también el que se conmovía ante las grandes injusticias.

"Neruda" (2016) es el sexto largometraje de Pablo Larraín y el más ambicioso de ellos."

Nombre: "Neruda"

Cines: Hoyts.