Priscilla Barrera Ll.
Extraño, pero lamentablemente ya nada inusual en nuestro país donde se invierten cifras millonarias en puentes levadizos que nunca más bajan. En Viña del Mar hace poco más de un año se remodeló por completo la propiedad de Arlegui 525 para el funcionamiento de la Tesorería y el Servicio de Impuestos Internos.
Sin embargo, y a pesar de una inversión de 500 millones de pesos, desde un comienzo los funcionarios de ambas reparticiones advirtieron graves deficiencias en el recinto, tales como la inexistencia de ductos de ventilación y aisladores de ruido, así como la deficiente aislación de un pozo negro que permanentemente emana hedores insoportables.
A pesar de las continuas advertencias y la existencia de un informe del Instituto de Seguridad del Trabajo IST que confirma los problemas de ventilación en el edificio, hasta ahora los trabajadores no han tenido soluciones ni respuestas favorables a sus demandas.
Por lo mismo, ayer los funcionarios resolvieron paralizar sus actividades a primera hora de la mañana, dejando sin atención a los cientos de contribuyentes que a diario llegan a estas reparticiones a cumplir con sus compromisos. Se estima que unas 600 personas llegan cada día a realizar trámites en ambos servicios.
"El paro fundamentalmente es por los problemas de infraestructura que tenemos en este local de Arlegui 525 que compartimos dos servicios de Hacienda que son la Tesorería General de la República y el Servicio de Impuestos Internos. Este es un edificio nuevo que se habilitó precisamente para esto, pero no cumplía con todas las especificaciones, de hecho nadie midió la cantidad de público que íbamos a tener ambos servicios y de pronto llegamos a atender casi diariamente 600 personas", detalló Manuela Peña Muñoz, presidenta de la Asociación de Empleados de Tesorería.
Enfermos
Si bien las políticas de Estado apuntan a mejorar la atención y brindar un servicio de nivel, los funcionarios alertan que ni ellos pueden entregar un servicio de estas características, aunque se esfuerzan en hacerlo, ni tampoco los contribuyentes reciben la atención que merecen.
"Estamos respirando permanentemente anhídrido carbónico todo el día a raíz de la aglomeración y de que no hay ventilación adecuada. Esto ha incidido en un alto número de licencias, crisis de pánico, vómitos y el estrés bajo el cual atendemos público. No tenemos las mejores condiciones y se nos está midiendo constantemente", añadió la dirigente.
John Parada, vicepresidente regional de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, Anef, añadió que lo complejo de la situación es que este problema no sólo afecta a los funcionarios sino también a los contribuyentes.
"Esto ya llegó a un límite, los funcionarios ya se han visto sobrepasados, hay muchas personas que están con estrés grave producto de esta situación (...) No podemos darles estas condiciones a los trabajadores ni tampoco a los contribuyentes, no nos merecemos esto", precisó el dirigente.
Parada reiteró que la oficina de Viña del Mar es nueva y que evidencia una falta de planificación grave.
"En una oficina de este tamaño no pueden haber dos servicios grandes como Impuestos Internos y Tesorería tendiendo a miles de personas al día. Esto se planificó mal, los servicios no necesariamenre tienen que estar en un solo edificio, debe existir una condición material mínima", añadió John Parada.
El vicepresidente regional de la Anef manifestó que como organizacióninsisitrán en que esta situación se solucione y que entre las acciones que emprenderán está solicitar reuniones con los ministros, con el intendente, para que la autoridad política se haga cargo.
"Si no hay soluciones en la Tesorería la buscaremos en los organismos técnicos respectivos (...) El objetivo nuestro es que cada servicio tenga una forma de atención digna, eso es lo que pedimos, esta situación actual no puede continuar", precisó Parada.