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Libro rescata la historia del clásico Barrio Puerto

El investigador Carlos Lastarria recopiló hitos, episodios y personajes vinculados con el sector fundacional de Valparaíso.
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Un libro que condensa la historia del Barrio Puerto, desde sus orígenes como un humilde caserío a orillas del mar, en el siglo XVII, hasta la fiesta interminable de la bohemia porteña en el siglo XX, presentará el crítico de arte e investigador Carlos Lastarria Hermosilla.

El texto recoge numerosos episodios, hitos y personajes vinculados con este sector, considerado el barrio fundacional de Valparaíso y a partir del cual se construyó y evolucionó la ciudad hasta la actualidad.

El volumen, titulado "Barrio Puerto: de los orígenes a la bohemia en Valparaíso", forma parte de la colección Expedientes de editorial Narrativa Punto Aparte y será presentado mañana viernes 19 de agosto, a las 18.30 horas, en la sala Musicámara del Centro de Extensión de la Universidad de Valparaíso (Errázuriz 1108).

Descripción

El libro está organizado en tres capítulos, que abordan diversos aspectos de la vida urbana en el Barrio Puerto. En el primer capítulo, se narran los orígenes del sector, tras el descubrimiento de la bahía y los primeros asentamientos de los conquistadores, su relación con los habitantes nativos y la actividad vinculada estrechamente con el mar. A partir de las crónicas dejadas por los viajeros, se da cuenta de la evolución que tuvo el sector, desde un modesto caserío que bordeada los cerros hasta un bullente puerto comercial. Algunos personajes de triste fama, como el español Juan Gómez -responsable de un cruel castigo en contra de los indígenas locales- y curiosas anécdotas, como el ardid organizado por Pedro de Valdivia en el incipiente puerto de Valparaíso, también forman parte de este compendio.

La segunda parte aborda las coordenadas que han definido el barrio. Entre éstas, figuran las coordenadas arquitectónicas y urbanas, que dan cuenta de las principales transformaciones que fue atravesando el barrio, las calles y plazas que lo definen y las edificaciones más emblemáticas, algunas de ellas aún visibles y otras lamentablemente destruidas o en ruinas.

Lastarria también apunta hacia las coordenadas sociales y culturales que forjaron el carácter del Barrio Puerto. Así, aparece un exhaustivo compendio del comercio del sector, desde los famosos emporios de los inmigrantes italianos hasta un sinnúmero de locales dedicados a la venta de los más diversos productos, entre los siglos XIX y XX.

Asimismo, se da cuenta de la presencia de diversas corrientes religiosas congregadas -y a veces enfrentadas- en torno al barrio; de los grandes movimientos huelguistas de comienzos del siglo XX; de las instituciones benéficas que acogieron a los desposeídos del sector; y, en contra partida, del lujo y la riqueza que se congregó alguna vez en torno a la calle Serrano, donde se levantaron ostentosas mansiones y elegantes hoteles.

La gran fiesta

Finalmente, la tercera parte del libro está dedicada a la vida bohemia del Barrio Puerto, desde las antiguas chinganas y cantinas, descritas y registradas por cronistas y fotógrafos de la época; hasta la fiesta interminable del siglo XX, que surgió en torno a la vida del puerto y que se concentró en la famosa "Cuadra".

Famosas boites -como el American Bar, el Yako, La Caverna del Diablo-, cabarets, restoranes, bares y prostíbulos, así como personajes de la noche, son retratados en estas páginas, que registran la memoria de una gran noche porteña donde convivieron artistas, intelectuales, parroquianos, trabajadores, cafiches, mafiosos, ricos y pobres, hasta la década de los '70 cuando, producto del golpe de estado, se puso fin a la bohemia como era hasta entonces conocida.

Sobre el autor

Carlos Lastarria Hermosilla es crítico de arte de La Estrella y museólogo. Entre otros, ha publicado como coautor los libros "Jim Mendoza, pintor de abismos" y "La Generación Porteña".

Sibaritas

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Restorán ViaViaCafé

Restaurant y hospedaje ViaViaCafé, ubicado en el Cerro Alegre a pasos del paseo Dimalow. Consta de dos ambientes. Dentro de la casa, donde hay espacio con mesas para dos personas y una grande para ocho a diez. Además, tienen área para almorzar o cenar al aire libre; en un patio cerrado muy agradable, en el que se puede disfrutar de los árboles y aves que buscan sus ramas. La oferta de almuerzo era un menú del día, que tenía como temática comida Japonesa. Por lo que me explicó la garzona todas las semanas está dedicado a un país diferente, es una entrada y a elección los platos principales y un postre.

La entrada es una sopa de verduras, aromatizada con miso, trocitos de zanahoria y fetuccinis de arroz. Estaba a buena temperatura y sabrosa, suave y de sabor justo, bien equilibrada.

El plato principal estaba como elección trocitos de cerdo marinados y servidos con salsa teriyaki y arroz de Sushi. Los trocitos del cerdo estaban bien dorados y cocidos en su salsa, de sabor agridulce y en conjunto de tamaños acordes a una porción. El arroz de acompañamiento como nos dijeron era de sushi, no me cuadró mucho ya que fue servido frío, podría haber sido otro tipo de arroz pero caliente.

El segundo fondo fue tempura de camarones, con verduras cocidas al vapor servidas con salsa de soya, seis camarones fritos en batido. El batido no estaba blanco y la textura no era crocante. Las verduras sabrosas y bien en su cocción, los cortes de tamaño regular entre ellos lo que daban una armonía bonita en la presentación del plato.

El postre era una bolita de harina de arroz pasada por almíbar, pero no lo pudimos probar porque tuvieron un problema. El chef nos explicó y ofreció las disculpas del caso las cuales las aceptamos, ya que fue muy correcto en acercarse y explicarnos el proceso de este postre. Lo reemplazaron por dos porciones de helado artesanal, acompañado de pistachos naturales y un coulis de salsa de frambuesa y una porción de crema en forma de quenelle. De todas maneras quedaron en deuda con el postre original del menú.

La atención bastante buena y cordial, el servicio rápido y personalizado, recomendable para ir un día de almuerzo o cena y desconectarse del entorno.

"La oferta de almuerzo era un menú del día, que tenía como temática comida japonesa""

Nombre: Restorán ViaViaCafé

dirección: Almirante Montt 217, Cerro Alegre

precios: Valor promedio $ 6.900 (sin bebidas).