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60 perros que habitan en la Cárcel de Valparaíso buscan la adopción

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El trabajo conjunto entre Gendarmería, la escuela de medicina veterinaria de la Universidad de Las Américas y protectoras de animales permitió que cerca de 20 perros abandonados y que habitan el Complejo Penitenciario de Valparaíso fuesen parte del Primer Operativo Canino que la institución verde boldo efectúa al interior de una de sus unidades penitenciarias de la región.

La iniciativa, que contempló la vacunación y desparasitación de los animales se extendió hasta cerca del mediodía, oportunidad en que los canes fueron bañados y peinados por internas del Centro Penitenciario Femenino.

El director regional de Gendarmería, coronel Tito Barriga, afirmó que: "La realidad del Complejo no es muy diferente a la realidad de Valparaíso. Tenemos cerca el vertedero, que es un foco donde la gente va a dejar a los animales y los abandona. Según nuestro catastro tenemos más de 60 animales en nuestro establecimiento y estamos tratando de tenerlos vacunados y desparasitados para que tengan un buen vivir y, además, podamos darlos en adopción".

El director regional agregó que algunos internos tienen a estos animales como mascota, por lo que, una vez cumplidas sus condenas podrán llevárselos si así lo desean. Por su parte Rodrigo Santana, profesor de la carrera de medicina veterinaria de la U. de las Américas, destacó el trabajo social de la casa de estudios.

"Nosotros hacemos la intervención comunitaria en el sentido de desparasitar y vacunar a la población canina del penal y, al mismo tiempo, instruir en la tenencia responsable y lo que significa la población de perros en condición de calle o abandono".

Dos víctimas de Azcona relataron su calvario

Aseguraron haber sido violadas por el imputado en el crimen de Nicole Sessarego. Juicio en su contra entra en receso hasta el 7 de septiembre.
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Claudia Carvajal R.

Según el abogado Julio Cisterna ayer se vivió una jornada triste en el tribunal donde se lleva adelante el juicio en contra de Lucas Azcona, el único imputado en el crimen de la estudiante porteña Nicole Sessarego, ocurrido hace ya dos años en Buenos Aires: dos mujeres relataron cómo el argentino las siguió, las amenazó con un arma cortopunzante y posteriormente las violó.

Fueron momentos tensos, porque a pesar de no haber público ni prensa en la sala -para reservar sus identidades- en un principio sí estaba Azcona presente. "El tribunal tuvo que tranquilizarlas, revivir todo lo que pasó no les hacía bien, por lo cual se creyó necesario que Lucas Azcona saliera de la sala y se lo alojara en una habitación contigua donde pudiera sólo escuchar. Era evidente que afectaba a las víctimas y no las dejaba hablar".

Una vez fuera, pudieron relatar su calvario. Cisterna comentó que ambos ataques ocurrieron después del asesinato de Nicole Sessarego y una de las víctimas tenía 16 años cuando ocurrieron los hechos.

"Hay una de ellas que no le caben dudas (que fue Azcona) porque le vio la cara, que lo identificó no por los videos de la televisión, sino por fotografías que le fueron remitidas por sus hermanos después del hecho", relató Cisterna.

Los testimonios de estas jóvenes y de otras víctimas, según el querellante, son clave para configurar el delito de odio de género. "Lucas Azcona tiene dos caras, la cara que mantiene frente a su familia y entorno laboral, donde es un tipo callado y osco; y la otra cara es la del cazador nocturno".

Ambas víctimas no conocían a Azcona y los ataques se realizaron en la localidad donde él vivía. Incluso a una de ellas la empezó a seguir una línea de buses que usualmente utilizaba y que coincide con el relato de otra mujer que lo acusa. Y en ambos casos actuó de manera violenta y las amenazó con un arma cortante. Una de ellas describe exactamente que se trata de un bisturí (el imputado trabajaba en un hospital), sabe la diferencia con una navaja o un cuchillo.

El 7 de septiembre se retomará el juicio, que ayer entró en receso, en contra de Lucas Azcona. Todavía restan otras víctimas y las declaraciones de los peritos siquiátricos de la parte querellante y del servicio forense.

"Ellos le van a dar por fin la calificación que nosotros ya sabemos que tiene, que es un sicópata", señaló Cisterna.

La confesión para la prensa

La jornada de ayer ocurrió después de que Lucas Azcona reconociera su participación en el crimen ante la prensa. Si bien no tiene valor judicial, según el abogado penalista porteño, Rafael Almarza, es un dato que se puede tener a la mano. "Lo que importa aquí son los antecedentes de la investigación, los antecedentes que él aporte en la audiencia, poero si estuviésemos en Chile y yo fuese querellante, ese antecedente lo incorporaría al tribunal como una prueba nueva".