Ocho minutos de espanto dejaron a Chile en un preocupante 7° lugar
La "Roja" de Pizzi entró dormida a su duelo clasificatorio ante los paraguayos, quedó en desventaja y no lo supo dar vuelta.
De un cuarto al séptimo lugar en la tabla de posiciones y de estar en puestos de clasificación directa a ni siquiera alcanzar un posible repechaje (pensando en lo que será el Mundial de Rusia 2018), saltó anoche Chile, al caer por 1-2 ante Paraguay en su visita al Defensores del Chaco.
Y todo por culpa de una inaceptable siesta -que se prolongó por 8 ó 9 minutos- y en donde el local hizo su pega, sorprendió al bicampeón de América y se metió nuevamente en la pelea, pensando en la venidera Copa del Mundo.
Un arranque de espanto y que tiene que dejar lecciones, tanto para Pizzi como para el grueso de sus futbolistas. Y es que si bien Chile se ganó en cancha un prestigio a nivel internacional (y ya en todo el mundo, nos miran con otros ojos), también es cierto que está selección no está para regalar nada, partiendo por la incertidumbre dejada por el capitán Claudio Bravo, quien -sin explicaciones claras- se automarginó de una fecha doble en donde rivales directos de la Roja -como Colombia, Brasil y Argentina- si se lo tomaron en serio y sumaron de tres.
Sin Bravo, el técnico tuvo que elegir entre un tridente que, evidentemente, no está al nivel del ahora ex portero del Barcelona y anoche quedó demostrado. Del 1-0 de Oscar Romero (un zurdazo que se clavó arriba... a un ángulo a los 5') liberaremos al meta Toselli, ya que fue un balazo. Pero en el 2-0 (tres minutos después), los errores son evidentes, partiendo por un doble cabezazo en el área, en pelota detenida y en donde Paulo Da Silva mete un testazo en el área chica ante la pasividad de Toselli y compañía.
Luego, era obvio, Paraguay iba a ceder un poco el terreno, para tratar de liquidarlo en el contragolpe. Y ante la complacencia de un juez (Néstor Pitana) que dejó pegar a los paraguayos, Chile se fue enredando y ofuscando, quedando al final con 10 jugadores.
La ilusión
Pese a todo, la "Roja" logró un descuento a los 36' (cabezazo al primer palo de Vidal, tras centro preciso de Aránguiz), lo que le otorgó cierta ilusión a los pupilos de Pizzi.
No obstante, el local tuvo la virtud (al menos, en el inicio del complemento) de no meterse atrás y tratar de liquidar el pleito con un 3 a 1. En esos diez minutos iniciales de la segunda fracción, los guaraníes pudieron liquidar la brega ante una defensa chilena que no otorgó seguridad. Y tras ello, Chile tuvo sus chances, pero no muchas tampoco. Y es que al sumar y restar, el meta Barreto no fue un héroe para los locales, en especial, porque Chile se enredó en sus imprecisiones y, lo que es peor, se metió con un juez localista y manejador de partidos como Pitana, quien, en los descuentos se llevó a Gary Medel (expulsión directa), lo que complica aún más a Chile, pensando en lo que será el juego del próximo martes ante Bolivia en el Estadio Monumental.