Fabián San Martín D.
Sin su herramienta de trabajo quedó ayer un colectivero que fue víctima de un robo con violencia en Playa Ancha.
Juan Vergara se desempeña en la línea 3B que cubre el recorrido entre San Roque y Pacífico en Playa Ancha. En horario nocturno tenía a cargo un taxi colectivo marca Nissan modelo V16, año 2010, matrícula BXPL35.
Recuerda que pasada la medianoche tomó un par de pasajeros en la esquina de Bellavista con avenida Brasil. Eran veinteañeros, de estatura baja y vestían ropas oscuras, quienes le pidieron trasladarse hasta la calle Santa Marta con Lautaro en el sector bajo de Playa Ancha. Uno se sentó en el lado del copiloto y el otro en la parte posterior. Cancelaron la carrera y el viaje fue tranquilo hasta el destino.
Lo apuntó
Al costado de una cancha de tierra, en un lugar desolado y oscuro, el que iba a de acompañante reveló su verdaderas intenciones. "Me apuntó con una pistola y de inmediato me sacó las llaves del auto y me pidió que bajara".
Como Juan temió que podía venir algo peor, opuso algo de resistencia, y a cambio recibió la violencia de los sujetos. Con la cacha del arma de fuego lo golpearon en dos ocasiones en la cabeza. "Me amenazaron de muerte de que me iban a poner un tunazo", acota Juan. Lo tiraron al suelo y le quitaron su celular, la recaudación de la jornada y escaparon rápidamente en el taxi colectivo en dirección al cerro.
La víctima fue auxiliada por un colega de otra línea, que lo llevó hasta la Primera Comisaría Sur, donde se acogió la denuncia de robo con violencia. Los uniformados lo trasladaron a constatar lesiones al consultorio Quebrada Verde, donde le diagnosticaron "herida sangrante en la región lateral del cuero cabelludo, y laceraciones en un dedo de la mano derecha", de carácter leve. Pese a los patrullajes policiales el vehículo no ha sido recuperado. La marca y modelo son muy cotizados en desarmadurías del mercado negro, en especial sus repuestos y sistema computacional. Es el cuarto asalto que Juan sufre en cuatro años de trabajo, pero el primero con este grado de violencia. "Hay mucha delincuencia en las calles y no se puede hacer nada. Es difícil encontrar otro trabajo en esta época", se lamentó.