El adiós de Sarita Vial, la hija predilecta de Valparaíso
Fue amiga de Pablo Neruda, María Luisa Bombal, Jorge Teillier, Lukas... Siempre escribió sobre su Puerto querido, en sus poemas y en sus crónicas, que durante años publicó en La Estrella. Nos deja una de las grandes intelectuales porteñas.
Claudia Carvajal y - Marcela Küpfer
"Esta Sara Vial es trinadora, nació tal vez para despepitar la aurora anunciando los rayos y el arrobamiento del día".
Ese es uno de los versos que Pablo Neruda le dedicó a su "regalona", la periodista y escritora porteña, Sara Vial, quien falleció la noche del jueves víctima de un paro cardiorespiratorio.
Murió en la casa de una de sus hijas, quien la acogió tras la muerte de su esposo, Jorge Luer, ocurrida el 2010 y que marcó los últimos años de vida de Sara, quien se recluyó en sus recuerdos, libros y fotografías.
La de Sara fue una partida que sorprendió tanto a su familia como a sus hijas, porque no tenía ningún problema físico que pudiera anticiparlo. Una de sus hijas, Pamela Luer Vial, reconoció, eso sí, que su madre estaba deprimida. "Mi mamá siempre estaba nerviosa, porque era muy sensible. Había estado angustiada, pero ella siempre era así. Me llamó para preguntarme si se tomaba un remedio para estar más tranquila. Esa llamada fue a las 19.55 y como a las 20.20 le llevaron su comida y la encontraron muerta", relató.
Algo muy especial tuvo ansiosa a la destacada periodista en sus últimos días. Se trataba de una encomienda que Pamela debía enviar a Eliana Vial, hermana de Sara, quien vive en España. La poeta preguntó varias veces si habían cumplido con su encargo, que contenía libros, fotografías, una carta de 16 carillas que terminó de escribir recién esta semana y otros recuerdos invaluables para ambas. Pero la mala noticia llegó antes que el paquete. "Es un envío maravilloso, pero ella estaba muy nerviosa por eso. No se veían hace muchos años. Le va a llegar a mi tía mañana (hoy), pero hoy (ayer) la tuve que llamar para darle la noticia", reconoció Pamela.
Los funerales de Sara Vial se realizarán hoy, a las 12.30 horas, en la iglesia de Las Carmelitas, en Viña del Mar.
La amistad con neruda
Sin duda el nombre de Sara Vial quedará grabado en la historia de Valparaíso. Siempre recalcó que era porteña, como en la entrevista que le concedió en 1993 al periodista Eugenio Rodríguez en el suplemento "Valija Cultural" de El Mercurio de Valparaíso.
"Soy una hija feliz del cerro Alegre. Apenas nacida viví en Urriola 270, cerca de la Bolsa y frente a la escalera Fischer, pero vine al mundo obstétricamente (como tantos porteños) en el Hospital Deformes, hoy olvidado bajo la mole del Congreso… Me casé en la Iglesia San Luis del cerro Alegre en 1964. En el matrimonio civil tuve por testigo a Pablo Neruda; el testigo de Jorge, mi marido, fue Renzo Pecchenino, Lukas. Allí se conocieron ambos".
El periodista Jayme González, ex jefe de informaciones de La Estrella de Valparaíso, la recuerda así: "Conocí a Sara hace varias décadas, cuando ambos éramos reporteros; ella corresponsal en Valparaíso de La Nación y yo lo hacía para La Estrella. Las noticias policiales, políticas, institucionales o deportivas no eran de su agrado. Para ella, todo lo era el arte, en especial las letras y, dentro de éstas, la poesía".
Sara Vial fue una poeta precoz. Empezó a escribir poemas a los 8 años y los envió a El Peneca, donde fueron publicados. Antes de editar su primer libro, en 1958, ya publicaba poemas en secciones especiales o suplementos de La Estrella, El Mercurio, La Unión y La Opinión.
Además, como hace hincapié Jayme González, "era una aventajada alumna de Pablo Neruda quien reconocía en Sara su dones de poetisa. Con él y otros artistas de la bohemia porteña dieron vida al 'Club de la Bota', fundado en el antiguo Bar Alemán de calle O'Higgins, donde hoy está el edificio de la Intendencia". En esa instancia de conversación participaron diversos intelectuales y artistas de la época, reunidos a conversar en torno a una bota de porcelana con cerveza, que Sarita conservó.
Sara Vial conoció a Pablo Neruda en 1955. El pintor Camilo Mori fue el "responsable" de que el vate la descubriera, pues fue él quien le llevó sus poemas a Neruda. Cuando se lo presentaron, Neruda le preguntó: "¿Qué vas a hacer tú de tu vida?" y ella respondió: "No sé, para lo único que sirvo es para escribir". Entonces él le dijo: "No debes servir para ninguna otra cosa".
"Él acostumbraba a decir, sonriendo y bromeando sin duda: 'Sarita es la historia de Valparaíso'", comentaba la escritora en 1993, año en que recibió el Premio Municipal de Literatura de Valparaíso.
Escribió un poema dedicado a La Sebastiana antes incluso de que lo hiciera Neruda: "A él le gustó mucho y lo leyó en una rueda de amigos en Isla Negra", recordaba la poeta.
Sobre la amistad con el vate, González comentó que "fue una gran amiga del Nobel, al punto que muchos imaginaron idilios que nadie comprobó. Neruda amaba a las mujeres atractivas y sensuales; Sarita era así en sus años mozos y en su calidad de poetisa, era admiradora incondicional del vate".
Su libro "Neruda en Valparaíso" tuvo varias reediciones desde que fue publicado por primera vez en 1983, época en que el nombre del vate aún estaba "vetado" en el país, en plena dictadura. "Fue una audacia hacerlo, ya que estaban prohibidas sus obras y tanto su nombre como su pobre Sebastiana abandonada no parecían interesarles a nadie (…) Este libro tiene el mérito de reflejar no sólo a Neruda en Valparaíso, sino a Valparaíso en Neruda. Fue el cariño por mi ciudad el que me inspiró el deseo de investigar en una materia que nunca antes le había interesado pesquisar a ninguno de sus biógrafos".
Sara, la periodista
La pluma de Sara Vial quedó plasmada en varios diarios.
Fue corresponsal de La Nación durante 13 años, donde en 1960, además de su trabajo como reportera, creó una columna llamada El Puerto, donde contaba anécdotas sobre Valparaíso. En 1974, tras el golpe de estado, fue despedida de La Nación por su amistad con el poeta comunista Pablo Neruda.
"Se estimó como militancia marxista mi amistad con el poeta. Hubo gente que suministró los datos más risibles, como las numerosas fotografías en las que aparezco con él" y que luego ella misma publicaría en su libro "Neruda en Valparaíso", recordaba la poeta.
A partir de los '80, publicaría durante años sus reconocidas crónicas porteñas en el suplemento Revista del Sábado, en La Estrella de Valparaíso, y sus columnas en el diario La Segunda. También tuvo un programa en radio Valentín Letelier llamado "Crónica hablada", donde comentaba sobre la ciudad, su historia y sus personajes.
Pamela Luer recuerda que toda la familia participaba de su trabajo en La Estrella: "Yo tenía que traspasar sus escritos al computador y mi papá los iba a dejar al diario... Ella quería mucho a La Estrella, le fascinaba tener libertad para escribir, poder hacer cualquier tema".
Premio nacional
El 11 de julio pasado, en el Salón de Honor de la municipalidad de Valparaíso, se realizó el último homenaje a Sara Vial. El Colegio de Periodistas local la galardoneó junto a otras seis mujeres periodistas. Eso sí, se excusó de asistir y fue su hija Pamela la encargada de recibir los honores.
En esa oportunidad se acordó iniciar una campaña para postularla al Premio Nacional de Literatura 2018, idea que quedó trunca tras su partida.
Pero quedan sus innumerables crónicas y libros: "Siempre me he inspirado en lo que veo: los burros, los ascensores, las escaleras, los barcos en la bahía, los niños volantineros, los marineros, las viejas casas del cerro Alegre… En cierto modo, de todo este poetizar surge una especie de crónica de la vida porteña", confesaba Sarita Vial, la hija predilecta de Valparaíso.