Libertad de expresión y municipales
Muchas veces en estos tiempos nos toca la trágica coincidencia de toparnos con pequeños reyes o señores feudales, alcaldes en ejercicio y candidatos a mantenerse en el poder sin alternancias, situación lícita, pero que involucra un endiosamiento a tal extremo de no querer críticas o no tolerar en sus límites jurisdiccionales voces disidentes. Olvidan, nublados por el poder, el derecho a la libertad de expresión y son capaces de agredir públicamente, mentir, enviar a sus departamentos jurídicos e incluso generar procesos internos donde se informe lo que hace tal o cual ciudadano que ha osado a decir algo en contra de su gestión o alguno de sus departamentos. Independiente de su alta o menor investidura, el ciudadano de a pie siempre tiene en su poder el derecho a definir libremente su pensamiento y manifestarlo con respeto, públicamente si le parece o no y no merece que se generen intrigas e investigaciones en su contra al respecto, parece ser que así se vive la democracia, pues ese es nuestro sistema de gobierno y no el de la monarquía o el feudalismo como creen algunos.
Ricardo Andrés Loyola