Fonderos se desquitaron de la inauguración del año pasado
El recuerdo del terremoto de 2015 ya fue superado en el Alejo Barrios.
Eran cerca de las 19.00 horas del 16 de septiembre de 2015, cuando los fonderos del parque Alejo Barrios afinaban los últimos detalles para lo que sería la flamante inauguración oficial de las fondas con autoridades locales, dirigentes y el público porteño. Lamentablemente, un terremoto de 8.4 grados en la escala de Richter, con epicentro en Canela, IV Rgeión, interrumpió todos los preparativos, pues se suspendió el acto oficial y mucha gente prefirió quedarse en su casa ante la alarma de tsunami decretada.
Este jueves el panorama fue muy distinto, pues los fonderos pudieron trabajar sin problemas para recibir a los cientos de porteños que llegaron con ganas de comer empanadas y otros productos, y sedientos de terremotos.
El comentario general de los fonderos era que hubo más gente que el año pasado, pero no tanta como otros años, lo que atribuyeron a que era un día de semana.
Ahora si que sí
Lihla Figueroa estuvo una vez más en la ramada "Donde Erick" y calificó la jornada como "muy buena", ya que se pudieron "sacar los balazos" del accidentado comienzo de las Fiestas Patrias de 2015. "No nos podemos quejar, aunque estuvimos un momento sin luz, pero se arregló rápidamente, así que anduvimos bien. Harta gente, tuvimos al alcalde así que bien", explica la fondera y lanza la invitación: "Los vamos estar esperando a todos para que vengan con toda confianza, porque vamos a estar hasta el lunes".
Una experiencia similar tuvo María Jesús Saavedra, quien estuvo a cargo del infernal "Terremoto de Diablo", donde repartió el popular trago dieciochero a varios porteños.
La joven se presentó por quinto año consecutivo en las fondas porteñas, pero fue una de las afectadas por el terremoto, ya que no pudo trabajar en aquella oportunidad, así que este año pudo estar presente en la noche inaugural. "La primera jornada estuvo tranquila, no con tanto público, así que esperamos que el resto de los días sea algo más masivo", indicó María Jesús, mientras ofrecía sus llamativos terremotos, los que además del pipeño, el helado y la granadina, vienen con otras sorpresas. "Bueno, las características del Terremoto del Diablo es el pipeño, el helado y además de esos tenemos esencias, que puede ser aparte de la granadina, hay menta, fernet o curazao", señaló María Jesús.
Público tímido
Pese a que este comienzo de la celebración fue más fluido, la gente no llegó en grandes cantidades. Al menos, así lo vio Cristian Díaz de "El Buen Chileno", quien contó que el parque Alejo Barrios no se veía repleto como ocurrió en años anteriores. "En realidad, estuvo relativamente malo. Yo me imagino que se debe al factor económico, la gente no tiene plata para venir todos los días, así que se va a guardar para el fin de semana. Esperemos que el fin de semana repunte un poquito", indicó el porteño, quien se consoló con el hecho de que el año pasado la cosa fue peor. "El año pasado fue pésimo, no hubo ni inauguración, por el tema del terremoto, así que para nosotros el primer día fue catastrófico, fueron pérdidas que no pudimos recuperar, porque en el fondo fue un día en que no pudimos trabajar. Fue complicado este tema para nosotros", señaló Cristían Díaz.