Jonás Romero Sánchez
Puede que sea usted quien está realizando la misma labor que un compañero y recibiendo una remuneración menor a la de él, y no sabe cómo solucionar esta situación. O puede que sea testigo de una compañera a quien le depositan menos que a usted, a fin de mes.
Son las dos caras de una situación generalizada en las empresas chilenas. Una realidad que se refleja, por ejemplo, en el estudio realizado por la magister en sociología Estrella Díaz Andrade, para la Dirección del Trabajo, donde se concluye que "el salario promedio de las mujeres es entre 20% a 30% inferior al salario promedio de los hombres".
A esto se añade una encuesta realizada por la consultora Robert Half a un total de 100 ejecutivos chilenos del área de recursos humanos, a partir de la cual concluyeron que un 13% de las compañías declararía no tener brecha salarial por género. Es decir, un 87%, sí las tendría.
¿Qué hacer frente a este diagnóstico? Los expertos consultados entregan algunas claves.
Conocer la ley
En Chile, existe desde 2009 la Ley de Equidad Salarial. Una norma que, en la práctica, ha resultado compleja de fiscalizar.
"Muy pocos sindicatos y departamentos de recursos humanos conocen la ley a cabalidad. Hacerla respetar es difícil si los principales actores no están al tanto. Además, la Inspección del Trabajo no tiene la capacidad fiscalizadora para hacerla cumplir", dice Paula Poblete, directora de estudios de Comunidad Mujer.
Es por esto que, un primer paso hacia la igualdad salarial, sería: estudiar cuáles son sus derechos legales.
Conversar con el jefe
Isaías Sharon, psicólogo y director ejecutivo de Smart Coach, dice que, frente a un caso de discriminación salarial, el primer paso debe ser dialogar y no correr a la Dirección del Trabajo.
"Es preferible conversar con la jefatura. Muchas veces, cuando se exponen estas situaciones, se pueden generar ajustes salariales y el clima en el trabajo mejorará", afirma.
Escoger mejor
Sharon propone también que el empleado premie a las empresas que no discriminan, trabajando en éstas, si puede elegir.
"Estas empresas y organizaciones se transforman en referentes, la gente buscará trabajar en ellas. Por el contrario, cuando una empresa es reconocida por su brecha salarial, a la larga esa fama le generará peores réditos económicos", afirma.
Mejores salas cunas
Paula Poblete asegura que una de las razones de la discriminación está en que los empleadores perciben a las mujeres como una carga y "el costo asociado a la maternidad es traspasado a los salarios".
Un criterio que rechaza, ya que estos costos los asume, en la práctica, el grupo familiar. Dado esto, una solución para favorecer una mayor participación femenenina en el trabajo y, junto con esto, disminuir las racionalizaciones para pagarles menos, sería dar "acceso universal a la sala cuna", propone.
Elección de carreras
Mathías Gómez, investigador de políticas educativas de Educación 2020, añade que otra clave hacia la igualdad salarial está en incentivar a las niñas a estudiar carreras mejor remuneradas. Desde el colegio, dice, "se alimenta el mito de que los niños son buenos para las matemáticas y las niñas para el lenguaje".