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DT Humberto Grondona: "Yo si no dirijo, me enfermo"

Asumió la banca de Unión La Calera, está complacido de trabajar en la zona y recuerda que a su padre "que le costó fundar un club"
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Claudio Morales S. - La Estrella de Valparaíso

Todo un personaje en el fútbol argentino, por ser hijo de Julio Grondona el ex todopoderoso jerarca del fútbol sudamericano, y además por incursionar en televisión como polémico panelista del programa "Fútbol Total" de la cadena DirecTV, Humberto Grondona ya se empoderó en las canchas Maggi del sector de Colmo en Concón, donde entrena regularmente el elenco calerano.

Y si bien haber asumido en un equipo como Unión La Calera puede sorprender de parte de Humbertito, como también le dicen en su país, ya que los rojos se debaten en las últimas posiciones de la B chilena, Grondona esgrimió recuerdos de juventud para hallarle la gracia a venir a tomar el mando técnico de tan depreciado equipo.

"Mi señora que es mendocina, venía todos sus veraneos a Reñaca, Zapallar, Maitencillo, Concón; yo venía cuando estábamos de novios. Además, tengo gente conocida en Chile, amigos, y siempre como que me gustó la idea de venir a trabajar a Chile", afirmó el entrenador argentino, quien en otro nexo con el país, tiene un primo que trabaja con Pablo Guede en Colo Colo, Gustavo Grondona.

Turismo o trabajo

Este último punto provoca que no pocos hinchas caleranos tengan dudas razonables sobre las reales intenciones del ex adiestrador de las selecciones Sub-17 y Sub -20 de Argentina, ¿no será que viene más a disfrutar de las bondades turísticas de la zona costera de la región que a entrenar?

De hecho, algunos están preocupados dónde vivirá Grondona, ya que muchos jugadores y técnicos que han venido a Unión La Calera en el último tiempo, han fijado su residencia en el litoral, alejados de la ciudad que representa el club y ajenos del sentimiento de su gente por el equipo.

"Uno donde estuvo, vivió en el lugar de donde eran los equipos que jugó o trabajó. La Calera es La Calera... ¿usted va a vivir en esa comuna? -le interrumpimos-: "Ya veré, veré, alternaré, me quiero concentrar, porque este equipo no estaba concentrando, y te reitero que yo pregunto todo y al llegar acá pregunté, ¿Calera tiene estadio, por qué no se juega ahí? Porque hay conflicto me dijeron, en fin, pero si se puede hay que jugar en La Calera. Yo dirigí a talleres de Córdoba y jugábamos en Córdoba", responde antes que le aclaremos que el "Nicolás Chahuán" lo van a reconstruir.

La localía actual es en Quillota, y Grondona saca a colación su experiencia en un mundial juvenil en Finlandia y el paso que tuvo alguna vez con un combinado trasandino por la cancha del Audax Italiano, para graficar que sabe de pasto sintético, aunque igual asegura que "yo me crié en una cancha de pasto natural y soy amante de esa superficie".

Las tres facetas

En Unión La Calera solo se adaptan a lo que está disponible, y el nuevo DT dice que recurrirá a su bagaje que le permite conocer el fútbol desde los tres bandos que lo componen. "Yo no soy de exigir porque, sabés lo que pasa, que conozco las tres facetas. Viví lo que es el conocimiento de ser dirigente, el sufrimiento y lo que le cuesta al dirigente, por lo menos, lo que le costó a mi padre y sus amigos fundar un club (Arsenal de Sarandí), poner plata y seguir

Grondona continúa y señala que "conozco la parte del jugador, porque si bien no jugué profesionalmente, sí jugué aunque no en Primera; y después conozco la parte del entrenador, así que trato de ser equilibrado, y si tengo que pedir algo, pedir lo correcto para el bien del equipo y no para el bien mío, soy una persona muy tranquila en ese aspecto", se autodefine.

Así, la labor que le espera en la banca calerana será ardua para sacar a flote un elenco que amenaza con hundirse, aunque el verso de Grondona está latente y retruca, "nosotros (los técnicos) decimos que trabajamos, pero en realidad la que trabaja es otra gente, el pintor, el que va a la fábrica, el que se levanta a las seis de la mañana, nuestra profesión no es un trabajo, es un placer. Hay colegas que dicen, dejaré de trabajar porque si no, me enfermo; al contrario, yo si no dirijo, me enfermo".

Y en el club calerano, por ahora este curtido patiperro no tendrá tiempo para enfermarse, pero sí, para disfrutar del trabajo de esa gente que él dice que es la que trabaja, como el histórico utilero Jorge Arancibia, "que me atiende con unos cafés bárbaros", concluye Grondona.