A casi un mes de la partida de Claudio Bravo del Barcelona al Manchester City, el guardametas descartó las pistas falsas y rumores sobre su salida del cuadro azulgrana y su fichaje como nuevo golero del equipo de Pep Guardiola. El capitán de la "Roja" fue cauto a la hora de analizar su rendimiento en el cuadro catalán. "A mí lo que pasa fuera del campo ni me molesta ni me incomoda. Yo presiono al técnico en los partidos y en los entrenamientos", mencionó el guardametas y comentó que su alternancia para las copas internacionales fue algo incómodo para él. "Yo fui sincero. No quería estar en el banquillo, continuar cobrando y hacer daño a la institución, que siempre me ha tratado muy bien", explicó Bravo y enfatizó que su supuesta rivalidad con su compañero de equipo, Ter Stegen, no fue una razón que influenciara en su traspaso. "La presencia de Ter Stegen no tuvo nada que ver con mi marcha. No teníamos mala relación. De hecho creo que nos beneficiábamos mútuamente", aclaró.